Reflexionar sobre la ciudad contemporánea desde diferentes perspectivas fue la invitación que Ignacio Szmulewicz les hizo a diez jóvenes artistas, a quienes convocó porque sus obras se vinculan “a visiones no tradicionales sobre la ciudad: desde territorios no vistos, pasando por tecnología, intervención y procesos de traducción donde la ciudad no es sólo un material y un lugar de trabajo sino que se trata de un tópico a ser construido desde la propia visualidad”, explica Ignacio Szmulewicz, curador y teórico del arte formado en la Universidad de Chile que, en ese contexto, los emplazó a abordar “diferentes barrios que puedan entrar desde recintos expositivos alternativos: la residencia en CANCHA, el MAC-Valdivia, Local 2702 de la ARCIS, Galería A2, Galería Metropolitana y Galería Tajamar”, añade.
Cancha: Primera residencia
En un edificio patrimonial ubicado en Merced 738, a una cuadra de la Plaza de Armas de Santiago, se encuentra el espacio que acoge a Cancha, “iniciativa privada con fines públicos que promueve la investigación de campo para elevar la producción multidisciplinar y multicultural sobre el impacto de la globalización y el capitalismo en nuestro país, que contribuya con nuevos conocimientos, datos, acciones y obras que entregue nuevos conocimientos sobre el centro de Santiago de Chile”.
Así se señala en el sitio de este proyecto dirigido por Catalina Tucca, Viviana Bravo y Matías Labbé, quienes invitaron a Ignacio Szmulewicz y al grupo de artistas convocados por él a participar de la primera residencia desarrollada en Cancha. De allí que junto a las gestoras culturales Bernardita Pérez y Gabriela Márquez, y a las y los artistas Paula Urizar, María Gabler, Matthew Neary, Carlos Rivera, Mono Lira y Francisca Montes -esta última, profesora del Departamento de Artes Visuales-, Ignacio Szmulewicz comenzara a concretar la primera parte de su proyecto curatorial en torno a arte, ciudad y espacio público precisamente en esa casona “que antiguamente fue de Manuel y Pedro Montt”, cuenta Francisca Montes.
“Cancha nos propuso ciertos lineamientos correspondientes al desarrollo de investigaciones posibles en la residencia y nos puso como pie forzado el cuadrante al interior de las intersecciones de las calles Santa Lucía, Alameda, Bandera y Mapocho”, explica esta artista y profesora que actualmente trabaja junto a sus compañeros de residencia en proyectos que han surgido a partir de la experiencia de residir en ese lugar, reuniéndose cada sábado a socializar y reflexionar en torno a éstos. “Cada uno ha definido una zona de interés y posibles proyectos a desarrollar en un tiempo limitado de un mes, entonces estamos en plena producción y ejecución de los proyectos. Es un tiempo de realización bastante restringido, lo que nos obliga a resolver modos de producción eficaces para el tiempo estipulado”, añade.
Francisca, ¿qué ha caracterizado el trabajo realizado hasta ahora?
Estamos viviendo una experiencia muy entretenida y productiva, juntos en un espacio físico donde el intercambio de ideas es permanente. En un comienzo fue difícil someterse a una rareza que significaba prácticamente cambiarse de taller dentro de la misma ciudad donde uno reside. Coincidíamos en que ninguno de nosotros había participado con anterioridad en una residencia, no sabíamos mucho de qué se trataba y, por lo mismo, hemos ido armando un modelo que se acomoda a los diferentes ritmos de producción de los artistas participantes.
Y desde esa perspectiva, ¿qué es lo que más destacas de esta experiencia?
Me parece muy importante el nacimiento de un espacio dedicado a la producción e investigación de proyectos de obra en Santiago, destacando la condición de Residencia que el espacio ofrece, su ubicación y el tiempo real destinado a la producción de obra. Además recalco el origen del lugar, casa donde antiguamente vivían Manuel y Pedro Montt. Actualmente la arquitectura original ha sido modificada, quedando la fachada y el techo.
Personalmente he tratado y me he propuesto modificar algunos modos de producción de obra que se repiten desde hace algunos años por ejercicios más espontáneos y rápidos, proponiendo en mi residencia levantar información con respecto a la proliferación arquitectónica de Cúpulas o Domos en el centro de Santiago. He realizado en una primera instancia un registro fotográfico de éstos, pensando que actualmente se dota a ciertas construcciones de estas conformaciones arquitectónicas a modo de coronación y reconocimiento aristocrático del mismo. Lo que me interesa es la ambivalencia y sincretismo donde conviven elementos de características formales similares pero con funcionalidades disímiles.
“Residencia de Calle”, en la que también participa la egresada de la Licenciatura en Artes mención Artes Plásticas, Paula Urizar, contempla la exhibición de los proyectos realizados durante el mes de permanencia en Cancha en el marco de una muestra que se inaugurará el martes 17 de junio, a las 19:30 horas, en el segundo piso de ese espacio ubicado en Merced 738.
