Revista N° 9 Arte en la Chile

Arte y calle: la sintaxis cotidiana y sus distintos significados

Arte y calle: la sintaxis cotidiana y sus distintos significados

La Calle es eso que uno habita cotidianamente, un lugar donde uno se encuentra, donde se encuentran las pequeñas historias, las relaciones biográficas entre las personas, vivencias puntuales e incomparables. Transitando en ellas se vive una experiencia personal, sensorial y fenomenológica al interior de la ciudad, lo que permite a su vez infinitas relaciones. Es allí donde se encuentran distintas intervenciones artísticas que intentan pensar el espacio específico donde se emplazan, que investigan su lenguaje y la realidad política y social de dicho lugar. El arte y la calle se unen así para ofrecerle al transeúnte la oportunidad de involucrarse con el objeto artístico y para reconocerse, provocarse y reaccionar.

La relación entre arte y calle tiene sus orígenes en Chile en los años 60 producto de la actividad muralista, según cuenta el académico del Departamento de Artes Visuales, Prof. Francisco Sanfuentes. Sin embargo, el primer contacto que tienen los artistas chilenos con la pintura mural vanguardista es en la década del 40, a través de creadores mexicanos como José David Alfaro Siqueiros, máximo representante de este movimiento, con la participación de un grupo de pintores encabezados por Laureano Guevara, que desde 1933 era profesor del taller de pintura mural en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. Sin embargo, aunque sus trabajos estaban en “formato calle, escala calle, no necesariamente significa que estuvieran problematizando la relación con el lugar”, señala el académico.

A principio de los 60’ el mural es retomado para hacer eco de las consignas políticas de izquierda a favor del candidato presidencial socialista, Salvador Allende, representante de la Unidad Popular. En este contexto aparecen las brigadas políticas de propaganda Ramona Parra (B.R.P.) del partido Comunista y Elmo Catalán (B.E.C.) del partido Socialista. Ellos comienzan a usar las calles de forma sistemática como lugar y espacio de propaganda como si fueran páginas donde se escriben los mensajes.

La Brigada Ramona Parra realizó un gran trabajo para entender y relacionarse con la calle. Analizaron el flujo de espacios, el tamaño de la letra en relación a las distancias posibles, donde se ubicaba el lugar, si había o no paraderos cerca y hasta la velocidad de la persona o el autobús al pasar. Así pasaron a ser parte del patrimonio visual chileno.

Con el golpe de Estado viene un silencio brutal. La violencia se apoderó de las calles e impusló una actividad clandestina, mínima, precaria y efímera para subvertir los lenguajes oficiales en pinturas y murales de poblaciones, calles y lugares concurridos. “Es ahí donde se cruza con la escena avanzada, donde comienzan a elaborar una serie de trabajos en la calle pero que son de otra naturaleza: ingresa la performance a la calle, el acto performático, el cuerpo genera la obra en la calle. Esto porque el grado de violencia que se vive es tal que el que ejecuta la obra, de alguna manera la padece en su propio cuerpo. En este caso la realidad era tan intensa, tan violenta, tan brutal que el arte tenía que hacerse cargo de eso”, cuenta el prof. Sanfuentes.

“Aparece Diamela Eltit que habla de las calles de Maipú, Elías Adasme que se cuelga como un pedazo de carne al lado de un mapa de Chile en la estación de metro Salvador, una persona que hace su recorrido en las paradas con una fotocopia de su hermano detenido desaparecido. Empiezan a generarse otro tipo de acciones que buscan explorar otros lenguajes, otro tipo de relación con un posible transeúnte/espectador, desmarcándose de las estéticas tradicionales que de algún modo estaban completamente colapsadas porque se asociaban a la pintura, y la pintura, a su vez, se asociaba a una especie de complicidad con el estado de cosas”, agrega el profesor del Departamento de Artes Visuales.

En los 80’ el muralismo comienza a retornar y se cruza con la estética globalizada del graffiti. Mientras, y finalizando la década, la Universidad de Chile comienza a dar mayor énfasis en el trabajo en la calle.

La calle y sus sonidos

No sólo las artes visuales dominan la vereda artística en la calle, ya que también otras disciplinas se han atrevido a este nuevo tipo de expresión artística. Para Constanza Ipinza, estudiante del Diplomado de Postítulo en Arte Sonoro de la Facultad de Artes, la calle entrega una gran cantidad de actos/situaciones y actores que pueden ser un material sonoro o el escenario de un proyecto en concreto. “La cantidad de sucesos que se desarrollan, la mayor parte del tiempo traen consigo un sonido significante que no es del todo concientizado en la escucha cotidiana, y por tanto lo asumimos como un "background" del paisaje que está allí per se”, afirma.

Para esta artista, la información sonora que está circulando en el espacio público nunca se repite, es temporal e inigualable, muchas veces de un modo casi imperceptible, y sus cambios son tan lentos a lo largo del tiempo que sólo una escucha atenta permite su reconocimiento. “Por lo mismo la calle puede ser una plataforma de intervención sonora. En ella podemos instalar un material sonoro y cambiar una característica del paisaje, o también de ella podemos recoger un material sonoro y elaborar una propuesta nueva”, dice Constanza.

Para Lucas Giavelli, pintor titulado de la Universidad de Chile y también estudiante del diplomado en Arte Sonoro, la calle es un espacio impregnado de significancias sociales, un sitio compartido en donde las acciones individuales pierden su privacidad. Es una plataforma muy utilizada dentro de las disciplinas artísticas debido a su enorme potencial como soporte expresivo.

“La sonoridad es un recurso, tal vez menos frecuentado, pero de un abismal poder comunicativo. El desarrollo del arte a través del sonido ofrece nuevas nomenclaturas perceptivas, por lo que es interesante pensar en las posibles problemáticas que pueden surgir, a través de la materialidad del espacio público, en esta área”, cuenta Lucas, quien actualmente está realizando capturas sonoras en espacios de intemperie sobre la pre cordillera y serán posteriormente instaladas dentro de contenedores de material de construcción vacíos como tambores de metal, tarros de aceite y diluyente.

Danza, calle y pertenencia

Para el prof. Amílcar Borges del Departamento de Danza, trabajar en torno a la calle es hacer emerger determinadas posiciones que están ocultas en la ciudad. Salir a la calle es también develar otros puntos de vista y sobre esa relación, con una diversidad de miradas, es que se entiende el concepto calle en el cual el trabajo artístico está enmarcado. Es una propuesta o una manifestación de acuerdo a las características propias que día a día se desarrollan en una calle determinada, inserta en una cultura en particular.

En mayo de este año, el prof. Borges encabezó el proyecto colectivo La Clínica, donde además de trabajar en un museo la relación cuerpo y resistencia, desarrollaron actividades en espacios abiertos como la explanada contigua al ex hospital Ochagavía en la comuna de Pedro Aguirre Cerda. Los vecinos de la comuna en el espacio abierto participaron de esta actividad donde se recreó una alternativa al hospital abandonado con elementos quirúrgicos que simulaban ser un centro de salud.

En el caso de la danza, el cuerpo resalta de qué manera la calle y los espacios arquitectónicos instalan cierto formato en relación al cuerpo, sobre cómo debes andar, caminar, el tamaño de las sillas, del techo o de los edificios. Todo eso interviene y dialoga con el cuerpo y con la manera de habitar un lugar, una calle determinada. “Cuando uno entra con la danza y va al piso en un lugar donde no se debería ir al piso, bajar en vez de subir, van delatando otras maneras y otros modos de habitar la ciudad y otros modos de habitar los lugares o de develar también otros comportamientos que son condicionados arquitectónicamente”, cuenta el prof. Amílcar.

La autoría en las calles

Lo que ocurre en la calle, según el prof. Borges, es que es imposible atrapar el fetiche. No hay autoría, la obra no se atrapa,  es efímera, pasa, es un flujo. Muchos de los trabajos a su vez son procesos creativos de colaboración, por lo que ¿hasta qué punto se puede decir que un acto es de este artista o de otro? Desdibuja mucho los límites de autoría cuando se realizan trabajos que, en ocasiones, son multidisciplinarios. 

“La autoría tiene que ver con los ambientes institucionales del arte, ya sea académico o estudiantil, pero en la calle generalmente está todo pasado por el anonimato y los trabajos de intervención también, por su extrañeza, por la fragilidad del sentido. Lo que al interior del campo tú piensas como sentido, como significación, esa especie de sintaxis que armas con las decisiones que tomas, en la calle puede transformarse básicamente en nada. Simplemente desaparecer ante la mirada de nadie, lo que también integra una fragilidad de la práctica artística. Al interior del campo todo significa, todo es legible, todo se puede reflexionar y discutir. En la calle desaparece.”, concluye el profesor Francisco Sanfuentes.

Últimas noticias

La inauguración se realizará a las 12:30 horas:

La experiencia del desastre abordada desde la pintura en Sala Egenau

"La muerte en los ojos" es el nombre de la exposición que el artista visual Eliecer Espinoza Zavando inaugura este miércoles 24 de abril en la Sala Juan Egenau. Escenas de inundaciones, derrumbes, aterrizajes forzosos y arrastres causados por la potencia natural son develadas, por medio del lenguaje y materia pictórica, en esta muestra que permanecerá en exhibición hasta el 10 de mayo.

Entre el 22 y el 25 de abril:

Estudiantes saldrán al espacio público para celebrar Día de la Danza

Con una semana cargada de actividades que consideran muestras en el espacio público, la presentación del último número de la Revista A.dnz y la visita de la destacada profesora del Departamento de Artes Corporales de la Universidad de Campinas, Juliana De Morais, el Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile celebrará el Día Internacional de esta disciplina

Luego de varios años de trabajo de catalogación y preservación de los materiales patrimoniales que conformación su colección, este año parte de ese acervo verá la luz pública a través de la implementación de un proyecto digital que aumentará el acceso a parte de esos materiales.

Fondo de Fomento de la Música Nacional 2024:

CEDIM obtiene fondos para iniciar su archivo digital

Durante 2024 el proyecto considera la catalogación y digitalización de 120 materiales, la creación de 60 fichas patrimoniales de parte de esos objetos y la implementación de un sitio web que permitirá “democratizar el acceso a parte del archivo” dice Catalina Sentis, investigadora del CEDIM y responsable del proyecto.