Ante las autoridades universitarias, familiares y amigos, 157 nuevos doctores recibieron la Medalla Doctoral, reconocimiento de la Universidad de Chile a quienes hayan terminado exitosamente esta etapa de la formación académica en los 36 programas de doctorado que ofrece la Casa de Bello.
En esta ocasión fueron distinguidos los doctores y las doctoras que finalizaron este proceso entre julio del año 2013 y julio del 2014, quienes además ofrecieron un discurso a la comunidad universitaria, representados por la doctora Ariadna Biotti Silva.
En sus palabras, los recién distinguidos se manifestaron contrarios a la concepción de la formación de postgrado como la preparación de “capital humano avanzado” y de la investigación en función de las leyes del mercado, ya que “la sociedad chilena debe asumir su responsabilidad con la investigación como proyecto cultural y fomentarla en todas sus áreas aumentando el vínculo entre los investigadores y la sociedad, para que así el conocimiento esté al servicio y necesidades de todos los habitantes del país”.
“Somos los que no vamos a aceptar que la educación siga siendo tratada como un bien de mercado, los que estamos dispuestos a poner todo nuestro trabajo en el proyecto de construcción de una sociedad de derecho para Chile, los que nos hemos formado individualmente compitiendo por becas y por financiamiento para investigar”, señalaron, agregando que los nuevos doctores titulados de la Universidad de Chile “volvimos a las bases del conocimiento para constituir desde ahí, con pensamiento crítico, argumentos que otorgarán sentidos a las ideas discrepantes, distintas, atingentes desde cada disciplina para hacer frente a esta realidad”.
La cita fue presidida por el Rector Ennio Vivaldi y contó con la presencia de los Vicerrectores Rosa Devés, Flavio Salazar y Faride Zeran, además del ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre. Junto a ellos, participó la Directora del Departamento de Postgrado y Postítulo, profesora Alicia Salomone, quien destacó que a estos nuevos investigadoras e investigadores de alto nivel se les “abre todo un mundo de posibilidades (…) Así, se abocarán a la investigación científica y a la docencia superior en sus respectivos campos, a la creación de nuevos procesos tecnológicos, al trabajo reflexivo en el terreno de las humanidades y de las artes, a la ideación de proyectos y políticas que mejorarán la vida de sus conciudadanos, entre otras alternativas”.
“Para la Universidad de Chile este ritual anual de graduaciones doctorales es un hito importante, en el que nuestra comunidad renueva su compromiso formativo, un empeño en el que se aúnan, por un lado, la exigencia de cultivar las disciplinas desde altos estándares de calidad, y por otro, el cometido de lograrlo siendo fieles al sello institucional propio”, señaló.
Actualmente la Universidad de Chile posee 1500 estudiantes de los 36 programas de doctorado, los que representan un 30 por ciento de los doctorantes de las Universidades del Consorcio de Universidades Chilenas (CRUCH).
Pensar el país
El Rector Vivaldi ofreció un saludo a los nuevos doctores de la Universidad de Chile, invitándolos a contribuir al desarrollo del país y a ver en esta Casa de Estudios una de las instancias para hacerlo. “Hoy día estamos abocados a proyectos en los cuales queremos ver que interactúen distintas disciplinas y queremos nueva manera de entender el quehacer universitario y estar a la altura de lo que va a ser la nueva construcción de conocimientos”, dijo refiriéndose al proyecto de Laguna Carén, “a lo cual quiero invitarlos a sumarse”.
“Lo que queremos hacer es a lo que siempre estuvo destinada esta Universidad: pensar al país y proyectarlo al futuro. Un país de igualdad, de justicia y de cooperación (…) Los invito a ser parte de un Chile mejor en el que esta Universidad va a ser siempre protagonista”, dijo.
Sobre el concepto de cooperación el Rector manifestó que es una idea equivocada que la competitividad fomente la formación de mejores profesionales y mejores personas, “por el contrario, la ciencia y la universidad nos enseñan que a través de la cooperación y el sentido de un fin común es como los conocimientos y el progreso ocurren”.
El Rector aludió también a la necesidad de que todos quienes tengan las potencialidades de seguir perfeccionándose en las diferentes áreas del conocimiento pueda hacerlo. “Yo también deseo que la política del país sea una política en la cual podamos garantizar que quien quiera y tenga la inteligencia y el talento pueda tener asegurado un camino y una herramienta con la cual servir al país”.