“La composición musical, la investigación/creación y la docencia universitaria siempre han sido mis grandes intereses desde mis inicios profesionales, a comienzos de los 90s”, dice José Miguel Candela, académico del Departamento de Danza que este martes 17 de noviembre recibirá, junto a otros 38 académicos y académicas de las distintas unidades de la Universidad de Chile, el reconocimiento a Mejor Docente de Pregrado 2015 que se entregará en el marco del aniversario nº173 de la Casa de Bello.
Licenciado en Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, y con un Magíster en Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, José Miguel Candela volvió a su alma mater en 2012, cuando ganó el concurso por oposición para el cargo de académico de los ramos de Música del Departamento de Danza. “Desde ahí que trabajo en esta unidad, realizando, como buen académico de nuestra Facultad, investigación, creación, extensión y, por supuesto, docencia universitaria”, señala el compositor que ha desarrollado una destacada trayectoria en música electroacústica y en música para danza contemporánea.
Según explica, fue gracias a las largas conversaciones que sostuvo con Gustavo Becerra, a quien considera su formador, que tomó razón del interés que tenía por la composición, la investigación y la docencia. “Un ejemplo vivo de praxis musical en todos estos ámbitos”, dice. Y añade al respecto: “Becerra me hizo tomar conciencia de cuánto uno aprendía de nuestros estudiantes, de la necesidad de que aquello ocurriese para realizar una docencia de utilidad y, por supuesto, de la belleza de todo aquello. Esa perspectiva marcó, sin lugar a dudas, mi camino docente”.
Profesor, ¿qué es lo más complejo y lo más gratificante de esta labor?
La paradoja es precisamente esa, que lo más complejo es a la vez lo más gratificante: el lograr estar constantemente al servicio del camino particular de conocimiento de un otro, el lograr transformase en un eficaz facilitador de ese recorrer. Esto implica una movilidad metodológica de alta complejidad, pues los caminos escogidos por los estudiantes son tan diversos como ellos mismos. Becerra siempre decía que la labor del docente era muy parecida a la de un jardinero: abonar, regar, acompañar afectivamente, ocasionalmente podar, para permitir así un completo desarrollo individual. Una buena estrategia para esto es, citando a Paulo Freire, el desarrollo de una pedagogía de la pregunta, es decir, una pedagogía que estimule la curiosidad íntima del estudiante, que le permita adquirir conocimiento mediante sus expediciones particulares, y que pueda por lo tanto decidir y construir sus caminos de conocimiento personales a través de intentar respuestas a sus propias preguntas, todo esto con el apoyo facilitador del docente. Esta labor facilitadora es imposible de realizar sin una escucha atenta, profunda y respetuosa de las inquietudes de los estudiantes.
Considerando lo anterior, ¿qué significa para usted que lo hayan reconocido como uno de los mejores docentes de pregrado?
El recibir un respaldo institucional a este desempeño es sin duda un gran estímulo para seguir transitando mis maneras de hacer docencia. Y más estimulante aún resulta el hecho de que en este reconocimiento haya sido fundamental la opinión del estamento estudiantil. Este último hecho no sólo es alentador, sino que aporta a mi vida una muy grata sensación de satisfacción y felicidad.
La ceremonia de entrega de distinción Mejor Docente de Pregrado 2015, en la que también se reconocerá a la académica del Departamento de Música y Sonología, Graciela Yazigi, se realizará el martes 17 de noviembre, a las 12:00 horas, en el Salón de Honor de la Casa Central. La entrada es liberada.