El edificio que actualmente alberga la Biblioteca Nacional y el Archivo General de la Nación, es una construcción emblemática del Chile de 1913. En ese entonces, se levantaron edificios públicos, con dineros fiscales, como escenografías diseñadas por y para una oligarquía que añoraba y vivía su cosmopolitismo de belle epoqué. Así, embistieron para civilizar lo bárbaro desde un neoclásico europeo, ansiosos de ser conocidos como el "Paris de América del sur", enterrando y plantando abundantes primeras piedras de edificios y monumentos que no llegaron a ser construidos.
Fue ese contexto el que motivó a Carlos Gómez para comenzar un relato y análisis sobre la coyuntura y crisis social de Chile, enfocando la mirada en el primer Centenario de Chile, época en que parte de nuestro país se mostraba triunfante y rico gracias al salitre (producto de la Guerra del Pacifico), pero que escondía otro lado de la nación, que se sumía en la miseria, analfabetismo, riesgo sanitario y explotación laboral.
Así surge Primera Fundacional, un proyecto de largo aliento que compara el ayer y el presente, para pensar en cómo operan las estructuras socioeconómicas de un 2015, observando el archivo del pasado. Una iniciativa que “habla de Santiago como la analogía /paradigma de Chile, como un espacio ajeno para sus habitantes, que no logran reconocerse o pertenecer a ella”, reconoce el artista.
De esta forma, Carlos Gómez observa el pasado para sacar conclusiones del presente, corroborando la impetuosidad con que golpean y marchan los grupos que conforman la clase dirigente y la oligarquía tradicional. Accionar que el artista hace visible, a través de Primera Fundacional, obra con la que obtuvo un Fondart a principios de 2015.
“Mi proyecto lo que hace es aislar y encapsular la cúpula del edificio destinado a ser la Biblioteca Nacional y el Archivo General de la Nación, visitando de modo simbólico, el preciso instante cuando se deposita junto con una ‘primera piedra fundacional’, el deseo de existencia de un gran contenedor de archivos”, explicó el expositor.
“A modo de metáfora comparo la cúpula de este edificio como un cerebro, que grabó y que graba todo lo que aquellos oligarcas fundadores decidieron catalogar como memoria oficial”, agregó.
Según lo expresado por el artista, a este edificio, que se levanta desde la copia y la añoranza europea, le es difícil compilar algo más de 200 años de memoria transversal e inclusiva, no logrando develar del todo la existencia de un Chile popular y anónimo.
Así lo expresa también el texto curatorial realizado por el escultor y académico del Departamento de Artes Visuales, Luis Montes Rojas, que dice: “Volvemos insistentemente sobre el pasado, buscando en la historia respuestas a las fisuras de nuestro presente. Desde ahí, Carlos Gómez en Primera Fundacional plantea una querella, identificando una deuda que no se ha terminado de saldar, la brutal distancia entre quienes han escrito la historia y aquellos otros que han debido quedar fuera de ella. La Biblioteca Nacional es signo de ello. Un lugar donde se ha puesto en ejercicio la voluntad de construir un acopio de memoria que es, en sí mismo, una primera piedra sobre la que se ha de erigir una idea de nación, pero que sin embargo, es al mismo tiempo, un signo de exclusión por cuanto en su interior han grabado sus nombres aquellos que han sido verdaderos sujetos de historia”.
De allí que la obra de Carlos Gómez consista en una réplica adaptada de la cúpula del edificio de la Biblioteca Nacional, construida como un habitáculo sólido de 3 x 1.50 metros, que evidencia el lujo de una oligarquía enriquecida por el salitre, que contrastaba con la precariedad que vivía gran parte de la sociedad, sumida en la miseria, el analfabetismo, el hacinamiento y la insalubridad
“Sacar conclusiones de nuestra realidad observando el pasado y atendiendo a la impetuosidad con que marchan los grupos de poder encarnados en la clase dirigente y la oligarquía tradicional, materializarlo en imagen y dar cara a ello es lo que plantea este trabajo”, precisó el artista visual, quien se mostró muy contento de poder exhibir este proyecto en el MAC Quinta Normal, por el carácter reflexivo de la obra, y el aporte que pueda realizar al diálogo transversal de las artes visuales en Chile: “Sin duda es una gran plataforma para instalar mediante su exposición en estudiantes, académicos, docentes, artistas, curadores, especialistas de entidades culturales y público en general, un tema que merece ser indagado aún con respecto a la identidad chilena”, concluyó Carlos Gómez.
Primera Fundacional de Carlos Gómez, permancerá en el Hall Central del MAC Quinta Normal hasta el 24 de enero de 2016.
