Académica y directora del Departamento de Danza:

Profesora Eleonora Coloma: "El Departamento de Danza se está consolidando"

Prof. Eleonora Coloma: "El Departamento de Danza se está consolidando"

“La tarea que se nos encomendó fue reconstruir el Departamento de Danza entendiendo que no es una Escuela de Danza sino un Departamento, es decir, un núcleo académico donde se desarrolla la disciplina de la danza en tanto docencia, investigación, reflexión y creación”, cuenta Eleonora Coloma, hoy directora del Departamento de Danza, sobre el objetivo que guió el trabajo de los académicos que en 2010 llegaron hasta esa unidad en el marco del proceso de reestructuración que vivía el Departamento.

A cinco años de ello, el Departamento de Danza cuenta hoy con una malla curricular renovada para la Licenciatura en Artes mención Danza, con experiencias de formación en regiones, con una publicación especializada que en 2016 presentará su segundo número y con una serie de actividades que conjugan investigación, extensión y vinculación con el medio, como son los proyectos Laboratorio y Acciones coreográficas que este 2016 inician nuevas etapas de desarrollo.

De hecho, Laboratorio organizó y concretó su primera residencia al interior del Departamento, la que fue guiada por la artista argentina Alina Folini y finalizó el 23 de enero con una presentación en el Centro de Creación y Residencia NAVE. Acciones coreográficas, en tanto, obtuvo un Fondo de Creación Artística de la Iniciativa Bicentenario de la U. de Chile para generar, sistematizar y consolidar metodologías innovadoras de creación en danza, a través del trabajo de los cinco núcleos de investigación del Departamento de Danza. Esta última iniciativa tuvo su primera muestra pública de trabajos en proceso el 20 y 21 de enero y para 2016 proyecta tres nuevas presentaciones.

A ello se suma que en 2015 egresaron 19 estudiantes de la Licenciatura en Artes mención Danza, número que vendría a respaldar el trabajo llevado a cabo al interior de la unidad. “Quienes están entrando, lo hacen con una definición clara respecto de por qué están aquí y qué es lo que quieren hacer. Son nuevos estudiantes que conocen la carrera y el proyecto, y que por lo mismo están interesados en formarse  con nosotros”, añade Eleonora Coloma.

Profesora, ¿cómo evalúan la nueva malla tras su primer año de funcionamiento?

Iniciamos la nueva malla en 2015 con primer y segundo año, siendo una muy buena experiencia en el sentido de lo que habíamos proyectado: generar más trabajo técnico, teórico, reflexivo  e interdisciplinar  para desarrollar una malla profesional que reúna todos los atributos propios de una licenciatura en arte: lo creativo, lo teórico, lo técnico disciplinar y, más adelante, lo pedagógico. Un aspecto destacable es que hemos desarrollado un sistema de co-docencia, lo que ha sido positivo tanto para los estudiantes como para los profesores, debido al intercambio de saberes. Sin embargo, en términos técnicos, la infraestructura empezó a pesar porque actualmente tenemos alrededor de treinta estudiantes en básico, primero, segundo y tercero, por lo cual requerimos tres salas grandes. Actualmente tenemos sólo dos. Sumado a la prolífica actividad académica de profesores y estudiantes que requieren de espacios adecuados para la realización de su práctica. 

¿Cree que el número de estudiantes que hoy cursan esta Licenciatura responda a la gestión realizada tras la reestructuración?

Yo creo que ese trabajo está dando sus frutos. De acuerdo a mi apreciación como docente que lleva años en esto, los estudiantes van teniendo muy claro lo que están haciendo, en qué consiste su disciplina y cómo tienen que llevarla a cabo. Y sí, yo diría que eso tiene que ver con el trabajo que hemos hecho y que ha sido muy minucioso también en la autocrítica. Somos un claustro que se reúne todas las semanas y que dialoga mucho con los estudiantes. A veces se entra en conflicto, pero nuestros estudiantes son muy reflexivos y críticos, y yo diría que los profesores estamos siempre atentos a escuchar lo que tienen que decir.

En paralelo a la docencia, el Departamento de Danza también está desarrollando una serie de actividades de extensión. ¿Cómo evalúa esas iniciativas?

El desarrollo de la disciplina contempla entender qué es la danza hoy respecto a lo que está sucediendo a nuestro alrededor para que ese foco disciplinar pueda desarrollarse a través de  la extensión y la vinculación con el medio. En ese sentido, puedo decir que hemos logrado consolidar al Departamento de Danza como un núcleo de desarrollo disciplinar en el que se está pensando constantemente en torno a la danza y también su relación con otras disciplinas, así como su importancia hoy en la educación, en la salud, en la ocupación de los espacios. Y ese conocimiento disciplinar llega a los estudiantes y a la carrera, generando diálogo con la escuela, porque los académicos que están creando e investigando son los mismos que están haciendo clases y formando estudiantes y futuros egresados con un espíritu reflexivo necesario en un artista que se desarrolla en un mundo plagado de productos artísticos fáciles que deben poder venderse.

Como Departamento también han participado en actividades de formación, como las enmarcadas en el Programa de Formación Regional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA.

Con el CNCA elaboramos un programa de formación poniendo el foco en la creación en danza. Hicimos un programa el 2015 y volveremos a hacerlo el 2016,  con un formato renovado y en otros lugares del país, siempre en el espíritu de adquirir nuevas  experiencias, de ver cómo es lo que vamos haciendo. A eso se suma el proyecto Revuelo del académico del Departamento de Danza Luis Corvalán, quien nos invitó a participar con pequeñas cápsulas de formación en Concepción, a cargo de seis profesores del Departamento. Tanto ese proyecto como el del CNCA hablan de un interés muy intuitivo que tenemos por descentralizar nuestra actividad y generar lazos de comunión, intercambio y diálogo con artistas de la danza de otras regiones.

Interés que, de algún modo, también se puede ver en la Escuela de Verano, ¿no?

En enero de este año logramos hacer una pequeña Escuela de Verano que hizo que el Departamento se llenara de niños haciendo actividades que están en relación justamente con lo que nosotros vislumbramos que tiene que ser la danza y la educación, es decir, el desarrollo de actividades lúdicas que involucren el movimiento del cuerpo en una experiencia formativa global. Los profesores son todos egresados, a excepción de uno, que es músico acompañante del Departamento, por lo que están involucrados con el proyecto académico. Yo diría que la Escuela de Verano se transforma hoy en una experiencia de extensión que nace de la evolución de nuestro proyecto.

El Departamento de Danza tiene programado, además, presentar en mayo el segundo número de la revista A.DNZ que, en esta oportunidad, contempla artículos de académicos del Departamento así como de autores externos a la Universidad, tanto nacionales como extranjeros, dedicando el dossier final de la revista a la danza somática. “Yo diría que el Departamento de Danza, con todos los problemas que aún podamos tener, se está consolidando en términos de que se ha fortalecido una manera mucho más clara de entender sus actividades de creación, investigación y extensión”, concluye Eleonora Coloma.

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