Desde el 23 al 27 de mayo se desarrolló la Semana de la Educación Artística, (SEA), iniciativa liderada por UNESCO que en Chile cuenta con una secretaría ejecutiva conformada por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe, el Ministerio de Educación, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, la Universidad de Chile y Balmaceda Arte Joven.
De esta forma, bajo el lema Aprende Creando, la Semana de la Educación Artística tiene como objetivos promover al arte como herramienta de inclusión, cohesión y diversidad para el aprendizaje, así como también concientizar a más de 2 mil estudiantes de enseñanza básica y media en Santiago y la Región de Los Lagos, sobre la importancia del arte para su aprendizaje.
En ese contexto la Casa de Bello, a través de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), organizó diversas actividades que contemplaron espacios de reflexión; visitas guiadas para escolares; proyección de cortometrajes; presentación de conciertos; talleres de escultura, pintura, grabado, textil, fotografía y teatro, y la visita de profesores a establecimientos educacionales vulnerables de la región Metropolitana.
Esta última iniciativa, más conocida como Un artista en mi escuela, contó la participación de los profesores del Departamento de Artes Visuales, Arturo Cariceo, Francisco Sanfuentes y Karina Román, quienes realizaron actividades artístico-pedagógicas en las salas de clases de establecimientos que forman parte del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (PACE), de las comunas de La Pintana y Peñalolén.
Tal es el caso del artista visual y académico del Departamento de Artes Visuales, Arturo Cariceo, que asistió al Centro Educacional Municipal Mariano Latorre, ubicado en la comuna de La Pintana, junto a sus ayudantes, Jaime San Martín y Nicolás Mellado, en donde realizó una actividad de carácter exploratoria y propedéutica, que según sus propias palabras, “fue muy motivadora y permitió que los estudiantes participaran activamente del mismo modo como nosotros nos adaptamos a las condiciones y características del colegio y su comunidad”.
En esta misma línea, el artista aclaró que, “en mi calidad de artista y académico de una universidad pública y laica, tengo clara la importancia de trabajar por el acceso a las artes y la cultura, sobre todo para aquellas comunidades que por diversas razones han sido postergadas en nuestro país, que es una de las naciones con mayor desigualdad de Latinoamérica, sino el más desigual. Por eso me interesa estar atento a lo que ocurre con la equidad e inclusión en el mundo de las artes chilenas”, reconoció.
Para Cariceo resulta de suma importancia “saber comunicar a la sociedad cómo los artistas hemos reflexionado sobre nuestro papel en la sociedad, cuestionando los sistemas de enseñanza que reprimen la creatividad, criticando al elitismo y la competitividad en el arte, defendiendo la libertad de expresión y los derechos que nos constituyen como ciudadanos y eso fue lo que intenté hacer durante la actividad”, dijo.
Aprendizaje mutuo
El académico Francisco Sanfuentes y la docente Karina Román, fueron invitados al Centro Educacional Mariano Egaña (centro técnico profesional) ubicado en la comuna de Peñalolén.
Allí, el profesor Sanfuentes se dirigió a los alumnos en una charla en donde abordó la historia del arte y el espacio público en Chile, con los inicios del muralismo en los años 60 -primeros gestos en torno a arte en el espacio público- y sus indisolubles relaciones con el contexto político.
“Esto nos permitió volver a pensar y hablar de la historia de Chile y la realidad que se está viviendo actualmente, que es producto de esa historia. Entonces en ese sentido intenté plantearles a los estudiantes que mucho de lo que se mueve en la producción artística, no es solamente una producción elitista cerrada en sí misma a la que hay que acceder yendo a museos y galerías. Sino que tiene que ver con que gestos de naturaleza artística pueblan las calles hace bastante tiempo; y ese arte expuesto a la fragilidad, está expuesto también a la mirada crítica de ellos, que es importante sea tomada en cuenta, porque es una crítica desde el punto de vista de ellos, que hablan desde una realidad cruda, diferente a la realidad ensimismada de las discusiones artísticas”, manifestó el académico.
De allí que la actividad que el profesor del DAV propuso, causó gran interés por parte de los alumnos. Así lo manifestó la profesora del Centro Educacional Mariano Egaña, Camila Godoy, “la actividad con Francisco Sanfuentes, fue una instancia de crecimiento para estos jóvenes, los cuales lograron apreciar el Arte desde una mirada contestataria y pública, valorando el poder del arte como instrumento de cambio social, y no desde el simple placer estético. Al finalizar la actividad los alumnos debían realizar una propuesta de mural en la cual generaran conciencia social, y/o comunicaran algo que les pareciera poco justo, o que necesitara atención por parte de la sociedad; saliendo trabajos muy buenos, con una carga política, crítica e ideológica muy potente”.
Para el profesor Sanfuentes, este tipo de iniciativas no solo beneficia a los estudiantes que participan de ella, sino que también son los mismos docentes quienes se ven beneficiados al, “existir un aprendizaje mutuo”, dijo y agregó, “uno está acostumbrado a moverse en un campo ‘profesional’, donde hay un lenguaje común, una unidad de sentido con el campo del arte. Entonces salir de ese territorio, enfrentarse a otra realidad, que en este caso es con personas que no necesariamente saben, es un desafío, ya que debo adaptar lo que yo hablo, lo que yo hago, a una forma que sea compresible, que sea clara, sin que pierda el sentido, y eso es un aprendizaje para uno, el saber cómo situarse en las cuestiones esenciales o más vitales de las cosas en las que uno está trabajando”.
En ese sentido, la profesora Camila Godoy, fue enfática en señalar que, “al ser un liceo técnico profesional, los alumnos, en tercero y cuarto medio, ya no tienen Artes Visuales, ni ningún acercamiento a las artes en general; aunque para ellos sigue siendo una necesidad tenerlo (cuestión que se patenta cuando me ven por los pasillos y me preguntan cuándo van a volver a tener Artes). Debido a esto, es que cualquier forma de generar un contacto con las Artes y el desarrollo de la creatividad, del análisis, y del pensamiento crítico y divergente, se ve como una necesidad en el desarrollo de estos futuros profesionales”.
Al ser consultado por la reflexión sobre el rol social del artista, el académico del DAV afirmó que, “en la actualidad se piensa cada vez menos en torno a ese tema, incluso muchos dirán que el artista no tiene un rol social, cuestión con la que yo no estoy de acuerdo. El medio artístico tiene una suerte de arrogancia, donde se cree que se está generando conocimiento, pero muchas veces se habla desde un ensimismamiento. Este tipo de actividades va en esa línea, en el sentido de cuestionarse cómo lo que tú haces le llega a otros, y cómo el arte es capaz de develar nudos conflictivos de la realidad que estamos viviendo. El arte cuando se desplaza a la calle, intenta enfrentarse radicalmente a esa reflexión y es la pregunta que yo traté de desarrollar en esta charla: cómo el arte se fue moviendo, se fue situando a contrapelo, disolviéndose o no en los movimientos sociales de los años 60 en adelante. Eso es el tenor del asunto, cuestionarse cómo se entiende la capacidad de incidir que tiene el arte en las distintas capas de la sociedad”.
“Lo que pueden llegar a (ha)ser”
Por su parte la docente Karina Román, asistió al mismo colegio en Peñalolén, en donde presentó su trabajo pictórico para luego cerrar con una actividad que los alumnos desarrollarían con sus respectivos profesores.
“Pensé en el contexto de la escuela (colegio técnico profesional) y quise enfocar mi charla para cuando ellos salieran del liceo, porque si bien, salen ‘preparados’ para el mundo laboral, más de alguno tendrá la inquietud de querer ‘ser’ algo más. Es por eso que mi presentación la llamé Lo que pueden llegar a (ha)ser, para motivarlos a que recuerden aquello en lo que en esencia son buenos y les gusta realmente, para que puedan llegar a serlo”, dijo la artista.
Durante la actividad la profesora partió de la idea de que “no todos están allí por gusto o mejor dicho por elección y además, no todos están familiarizados o aprecian las artes visuales”. De allí que los motivara a reflexionar junto a sus profesores, en torno a la vinculación entre aquello que ellos desean hacer o les guste realmente y el arte, traducido en la creación de un objeto, carta, poema, dibujo, pintura, etc., para luego colocarlo en un lugar visible para siempre.
“Cuando cursamos enseñanza media estamos todos perdidos, la mayoría no sabe ‘para dónde va la micro’. Y si creen tener una idea, si no encuentra apoyo familiar o de cercanos, entonces se limita a lo que tienen. El arte entra como un sensibilizador, ya sea para quienes están pesando estudiar una carrera artística o cualquiera que sea, y ven obstáculos por su condición socio-económica. Es por esto que considero importante que artistas, sea cual sea su disciplina, vayan a este tipo de establecimientos, para mostrarles a los estudiantes que ellos pueden y tienen el derecho de mirar más allá. Que así como cualquiera de nosotros, habiendo salido de un liceo o centro educacional, llegamos a estudiar lo que nos gustaba a través de becas o incluso créditos, y que ellos también pueden hacerlo. Eso es lo importante: demostrarles a aquellos estudiantes que si pueden obtener algo más saliendo de la secundaria”, concluyó la artista.
Cabe destacar que durante el desarrollo de la Semana de la Educación Artística 2016, Aprende creando, miles de estudiantes de diversas ciudades del país se vieron beneficiados, con la realización de actividades en espacios culturales a lo largo de Santiago, como la Sala Isidora Zegers de Casa Central, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), el Museo de Arte Popular Americano (MAPA), el Archivo Central Andrés Bello; además de las instalaciones en Puerto Montt, Osorno, Chonchi, Achao, Ancud y Castro, con el fin de impulsar una red colaborativa y fortalecer vínculos entre instituciones públicas para continuar relevando el arte nacional.
