El director del Centro de Proyectos Externos FAU aclara las premisas que llevan a plantear ideas nuevas para la FAU, invitando a imaginar nuestra Facultad en el futuro.
¿Cómo surge la idea de la FAU en un lugar distinto al actual?
Surgió como una forma de enriquecer el debate de nuestro Proyecto de Desarrollo Institucional. En ese contexto propuse ser consistentes con lo que enseñamos en los Talleres y aplicar la misma metodología al desafío de imaginar la FAU en 15 años más.
¿En qué consiste esa metodología de trabajo?
Proponer ficciones arquitectónicas que son contrastadas con la realidad para comprender el orden invisible que le da sentido al habitar. A eso llamamos “identidad”. Comprenderla permite formular proyectos coherentes con la cultura y los valores de las comunidades para las cuales formulamos los proyectos.
En este caso proponemos utilizar una técnica probada en el Taller, el mapa argumental. Se arma a partir de un sistema de información basado en preguntas controversiales denominado IBIS (Issue Based Information System). Fue diseñado para resolver problemas en sociedades democráticas donde el poder está repartido en un amplio número de personas con visiones e intereses distintos. Consiste en sistematizar la información obtenida de preguntas que son tema de debate (issues). El mapa argumental permite: visualizar la posición de los actores relevantes; levantar nuevos temas; detectar problemas inadvertidos; evidenciar contradicciones; liberar la imaginación; encontrar en conjunto soluciones innovadoras; enriquecer el dialogo y facilitar los acuerdos. La metodología promueve soluciones legítimas y consistentes con la identidad de las organizaciones de modo que los esfuerzos para el cambio estén inspirados, sean mínimos y efectivos.
¿En detalle, cómo se aplica?
Se definen cinco preguntas controversiales para explorar cinco tipos de conocimiento: el fáctico, lo que el caso es; el explicativo, porque el caso es como es; el deóntico, como debe ser el caso; el instrumental, que instrumentos utilizo para llegar al caso deseado; el conceptual, que acuerda el significado de las palabras empleadas. Por otro lado se define un universo de actores a considerar en el debate, que debería incluir a todos a los interesados en el tema. A ellos se les plantean las preguntas que deben contestar con un sí o un no argumentado. Las personas que participan del debate van conociendo las respuestas de los demás, permitiéndoles que vayan cambiando su posición en la medida que se suman argumentos. Al final, con toda esa información, podemos construir un mapa que muestra los consensos, disensos y entender entre todos de lo que va la discusión. Ello con el objetivo de facilitar los consensos y trazar planes de acción legítimos y efectivos.
¿Entonces ahí surge la pregunta sobre un posible traslado?
El crecimiento de la U. de Chile ha estado congelado más de 40 años lo que ha provocado una crisis institucional que se manifiesta, entre otras cosas, a través de las movilizaciones estudiantiles permanentes y la discusión de la nueva Ley de Educación Superior. Actualmente hay un cuestionamiento a nivel nacional sobre la misión de la Universidad de Chile que no nos puede dejar indiferentes. Uno de los desafíos de la Universidad para cumplir con las expectativas de la comunidad nacional es ampliando matrícula para lo cual debe crecer físicamente. También la innovación, la multiescalaridad y lo transdisciplinar nos plantea desafíos de orden espacial. Enseñamos a nuestros alumnos que es importante la manera de organizar el espacio para potenciar la colaboración e innovación. En ese sentido debemos reconocer que es muy difícil alcanzar esos objetivos en un edificio concebido para la disciplina militar de fines del siglo XIX. Resulta inspirador la experiencia de otros países donde se ve con muy buenos ojos la recuperación de espacios industriales abandonados en medio de la ciudad. Incorporar el cinturón de hierro de Santiago a la trama urbana, es una acción concreta a favor de la integración de los barrios marginales que se ubican detrás de él. En ese contexto aparece la propiedad donde se ubica la ex fábrica de algodones Hirmas como una de las alternativas que se podría estudiar.
¿Estamos como facultad preparados para enfrentar esos desafíos?
Pienso que sí. Sin duda somos de toda la Universidad la facultad con las mayores competencias en el ámbito de la proyectación arquitectónica. Esta circunstancia debemos entenderla como una oportunidad para demostrar nuestras capacidades, convicciones y liderazgo. Independiente de las decisiones que tomen finalmente las autoridades, el ejercicio servirá para fortalecer la identidad y la unidad de la FAU. La extraordinaria recepción que ha tenido la simple ficción de imaginarnos la FAU en otro lugar, es señal del profundo cariño que le tenemos sus académicos, egresados, funcionarios y estudiantes.
¿Las carencias, las necesidades actuales de la facultad hasta cuando nos permiten reflexionar?
Precisamente nuestras carencias nos obligan a reflexionar en forma seria y ser creativos en la búsqueda de alternativas consistentes con la misión histórica de la facultad. La única manera de tener un futuro viable es imaginándolo en conjunto.
