Los relatos de Vicente, Alberto y Catalina Pérez (hijos), Jorge Huneeus (primo) y la historiadora Sylvia Rios, forman parte de la pieza audiovisual sin título que el académico del DAV, Arturo Cariceo, junto a los artistas Jaime San Martín y Emilia Pinto a cargo de las cámaras, crearon para recordar y registrar la importancia de la figura del fallecido artista nacional Alberto Pérez Martínez.
“Tuve el privilegio de ser su ayudante, específicamente en el Seminario de la Luz, a comienzos de los años noventa […] y en ese entonces yo era muy joven para dimensionar la importancia de estas experiencias. No puedo decir que nuestra relación fuera personal, en términos de amistad, solo estuvo acotada a la relación profesor-estudiante”, contó Arturo Cariceo.
Una relación que fue muy intensa, según lo expresado por el profesor del DAV, ya que “ambos éramos bastante tozudos en nuestras posturas, de hecho, me educó en cómo discutir sosteniendo mis puntos de vista de manera argumentada y fundamentada. Estos “entrenamientos” ocurrían en su taller de calle Holanda y su casa en Colina, donde me hacía leer un montón de libros, de una semana a otra, para luego demostrar mi comprensión de los mismos contrastando autores”, agregó.
Dichas experiencias motivaron al artista en la producción de este ensayo, que encontró su mayor inspiración en una fotografía de la quema de libros, donde se ve cómo las llamas devoran América Despierta, obra colaborativa de Alberto Pérez y Patricia Israel. Una imagen que ha dado la vuelta al mundo, apareciendo incluso en en el artículo Quema de libros de wikipedia.
“Esa fotografía fue portada en el diario La Tercera, la que Alberto Pérez intervino y utilizó en una pintura que tituló Pira gráfica de Patricia Israel y Alberto Pérez, quemado en Sept. 1973”, recordó Cariceo para quien ese encadenamiento de obras y acontecimientos, es la característica más destacada del discurso artístico de Alberto Pérez.
“En mi 'ensayo' esta imagen sirve de puente entre los testimonios de quienes lo conocieron y la narración de dos obras colaborativas que tenían carácter de leyendas urbanas, hasta este momento, cuando documentamos a los co-protagonistas de estas ‘historias escuchadas’ que aún están vivos. Dos obras que fueron muy gravitantes en la constitución de mi propio quehacer artístico, cuando Alberto Pérez me las describió”, expresó.
El ensayo audiovisual también cuenta con las narraciones de los artistas Francisco Brugnoli, Virginia Errazuriz, Eduardo Bonati, Paulina Waugh, Ximena Rodríguez, Francisca Cerda, Gaspar Galaz, Tatiana Alamos, Gonzalo Díaz y Francisco Gacitua, quienes tuvieron la posibilidad de conocerlo y aprender de él.
“Ha sido un trabajo de casi un año en esta aventura testimonial realizada junto a la historiadora Sylvia Ríos, recorriendo los recuerdos de quienes conocieron a uno de los protagonistas de la historia del arte chileno como lo fue Alberto Pérez. Un artista integrante de Signo, el bastión de la abstracción gestual local y de varios colectivos culturales y políticos, involucrándose con las reformas sociales de los años sesenta, la Unidad Popular y la resistencia contra la dictadura cívico-militar”, detalló el académico.
Alberto Pérez Martínez además fue director del Museo de Arte Contemporáneo y también un intelectual y poeta con una vasta formación académica, siendo el primer doctor en Historia del Arte en nuestro país. “Era un profesor excepcional, realmente muy popular, una cuestión inimaginable para las actuales generaciones. Recuerdo que disfrutaba mucho hablar sobre arte con mi anciano maestro, pero también no puedo olvidar lo intensas que fueron nuestras discusiones sobre cuestiones artísticas contemporáneas. Terminábamos agotados, el uno del otro después de estos encontrones, en las que olvidábamos hasta las diferencias etarias, aunque dejaba de encabronarse con mi espíritu post-punk cuando hablábamos de invisibilidad. Fue con el paso del tiempo, en la adultez, cuando realmente tomé conciencia de lo significativo de estos recuerdos”, dijo Cariceo.
Las obras de la clandestinidad
Y eso es precisamente lo que buscó replicar Arturo Cariceo en el ensayo de un poco más de una hora de duración, que a través del recurso testimonial logra entregar al espectador una visión de lo que fue la vida y obra de este gran artista chileno.
Así por ejemplo, finaliza el video con el testimonio de dos “intervenciones” artísticas ocurridas a comienzos de los años setenta: una en tiempos de la Unidad Popular y la otra en dictadura. “Ambas historias las conocí por el relato directo de Alberto Pérez, pero a pesar de eso se trataban de historias que se mantenían en la clandestinidad o incluso, cuando las describía, algunos pensaban que era una invención mía, hasta que volví a escucharlas en distintos momentos y circunstancias, al hablar con Pedro Mira (decano de la Facultad de Bellas Artes en los tiempos de la reforma universitaria), Fernando García (Premio Nacional de Música), Gonzalo Díaz (Premio Nacional de Arte) y Gaspar Galaz (historiador y escultor, quien fue profesor de la Universidad de Chile en los años previos al Golpe de Estado)” señaló Arturo.
La primera de estas obras colaborativas fue realizada por Alberto Pérez junto con Adolfo Couve y Gonzalo Díaz, “donde este trío de artistas entraron de madrugada a la antigua Escuela de Bellas Artes a robar (y luego devolver) las cabezas de los calcos grecolatinos del hall”, explicó el artista.
La otra, realizada clandestinamente por Alberto Pérez en complicidad con Gaspar Galaz en plena dictadura, fue la reproducción exacta de la tumba de Víctor Jara, cuya ubicación era mantenida en secreto. “Recomiendo ver los relatos de Díaz y Galaz para comprender la envergadura de estas obras. Para mí, la documentación de estos dos testimonios fue algo realmente muy significativo porque muestra cómo mi maestro situaba la experiencia por sobre cualquier resultado objetual, cuestión gravitante en mis Obras Invisibles” agregó.
Por último el profesor del DAV reflexiona sobre el trato que tuvieron las obras de Alberto Pérez tras su fallecimiento y aduce: “Me choca ver las obras de Alberto Pérez en las paredes del museo, ‘restauradas’. Sobretodo aquellas posteriores al Golpe de Estado”.
Y agrega, “Entiendo el rescate patrimonial de su obra pero cuando fui su ayudante, él estaba involucrado en la serie sobre la Caravana de la Muerte, realizadas sin ningún ánimo de exhibirlas -al menos eso compartió conmigo cuando discutíamos- siendo todas estas obras plásticamente notables pero resultado de experiencias catárticas que una vez pintadas las dejaba literalmente arrumbadas junta a otras pintadas durante la dictadura, y abandonadas a su suerte. Y no era un descuido casual”.
Arturo Cariceo fue fuertemente influenciado por el maestro Pérez, de allí que haya dedicado parte de su quehacer a la realización de este ensayo audiovisual y aclara que “sería un privilegio poder volver a ver alguna de esas pinturas con la pátina del paso del tiempo y la violencia de la naturaleza, sin restauración alguna, pero sería una paradoja porque no podríamos contemplar ni apreciar lo enfático de ese otro realismo, que lo nutría vital y artísticamente. Por eso me impuse la ausencia de imágenes de su obra en mi ‘ensayo’, exceptuando la fotografía de la quema de América Despierta. También prescindí de música incidental o banda sonora, aunque hago uso de imágenes de archivo para enmarcar la revisión de la memoria en primera persona”.
El ensayo audiovisual de Arturo Cariceo, Jaime San Martín y Emilia Pinto fue presentado en el Museo de Arte Contemporáneo, MAC, en el marco de la exposición Alberto Pérez Martínez. A 20 años de su partida y producido para ser exhibido en las portadas de las plataformas web institucionales de la Universidad de Chile y la Facultad de Artes y alojada en su canal Youtube, en el siguiente link: https://youtu.be/h5b0GgIShAo
