Con el objetivo de motivar un diálogo acerca de los principales hitos de la relación entre la danza y memoria, se realizará este encuentro convocado por las profesoras, Tania Medalla y Milena Gallardo, académicas del Diplomado “Violencia Política, Memoria y Producción Cultural en América Latina” del Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos (CECLA) de la Universidad de Chile y la académica del Departamento de Danza, prof. Lorena Hurtado.
“Para el Departamento de Danza es de suma importancia esta instancia reflexiva que, a partir de obras de diversas/os coreógrafas /os quienes, a través de diversos recursos, estrategias artísticas y sus puestas en escena, dan cuenta de temáticas relativas en torno a nuestra historia reciente, en donde la memoria bucea e insiste traer al presente aquellos acontecimientos que han querido ser borrados de la historia. Hoy se vuelve fundamental para reflexionar y pensar nuestro quehacer artístico actual”, destacó la profesora agregando que, los estudiantes de la Licenciatura en Artes mención Danza podrán conocer los abordajes artísticos y perspectivas que algunas obras de danza independiente han tenido, respecto del valor de recordar y no olvidar.
¿De qué manera la danza independiente busca plantear un discurso que va más allá del oficial y que nos interpela acerca de nuestra memoria?
Parte de la danza independiente, que se desarrolló con fuerza fundamentalmente en el período de la dictadura, estuvo cerca de los movimientos sociales, políticos y culturales que surgieron en esa época, producto de la dictadura militar y de la persecución de personas. De ciertos discursos y estéticas que se expresaban a través de la danza y que se asociaba a una cultura de izquierda, aquellas prácticas que comenzaron a tomar fuerza en Latinoamérica alrededor de la década de los ‘60 y que con el Golpe fueron literalmente proscritas.
Un sector de los creadores/as y bailarines/as que fueron parte de la danza independiente, debido a diversas influencias y a la fuerte necesidad de unirse al movimiento artístico y cultural de resistencia, generó a través de sus puestas en escena, temáticas y estéticas, obras que interpelaban y visibilizaban aquello que el discurso oficial dejó fuera de la historia, aquellas vivencias, memorias y experiencias que se instalaron en el recuerdo, traduciéndose a través de los cuerpos de quienes buscan no olvidar: gestos de la vida cotidiana, el dolor y el horror, en algunos casos. También otras maneras de abordar la memoria, como es el caso de la propuesta Malen de Ricardo Curaqueo, quien nos señala que “piensa el cuerpo mapuche como un territorio de memorias y resistencias”. Son piezas que interpelan nuestra memoria.
¿Cómo la danza independiente ha tomado ciertos elementos del activismo y la resistencia en Chile? Por ejemplo en danzas como La cueca sola.
Este es un tema a dilucidar y explorar en el conversatorio que nos convoca el 23 de agosto en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en el que es posible encontremos y/o reconozcamos elementos a partir de La cueca sola u otros activismos en algunas puestas en escena.
Sin embargo, podría referirme a un montaje realizado por dos coreógrafos vigentes en la escena de la danza francesa de los ’80, Dominique Petit y Anne Carrie (‘84 – ‘87), quienes visitaron Chile en aquella época y montaron obras con bailarines chilenos. En este contexto, Carrie montó para 6 bailarinas chilenas, La cueca sola (1988), obra de la que lamentablemente no hay registro audiovisual. En ella participaron destacadas académicas del Departamento de Danza como Nuri Gutés y Francisca Morand.
En términos de resistencia, podría referirme, por ejemplo, al persistente trabajo artístico y social que realizó la Compañía de Danza Espiral fundada el año 1985 por el coreógrafo chileno, Patricio Bunster y la bailarina Joan Turner. En ese mismo año, se estrenó la obra A pesar de todo de Bunster -que tuvo su debut en Alemania en 1975- y que fue posible montar y reestrenar en Chile en el primer Festival Víctor Jara de 1985, cuando Patricio vuelve del exilio. La propuesta, que trata del golpe militar, se bailó en la calle y en poblaciones en diversos actos políticos en contra de la dictadura militar
A lo largo de la historia, La cueca sola ha sido poco investigada debido a diversos factores, como la complejidad que significa abordar experiencias como aquella, las que denotan pérdida, fracturas y heridas aún abiertas. Es delicado y complejo el lugar desde donde un investigador/a o coreógrafo/a se pueda situar, pues es una realidad que interpela zonas muy complejas de nuestra historia reciente. Sin embargo, diversos coreógrafos y colectivos han abordado el tema, como el Colectivo Cueca Sola, quienes nos interpelan con sus cuerpos y sus danzas en intervenciones públicas. Nuestra sociedad está en deuda con nuestros desaparecidos.
Coordenadas
El conversatorio “Cuerpos, danzas y memoria: política, activismos y resistencias en Chile. De la dictadura a la postdictadura” se realizará el viernes 23 de agosto desde las 14:30 a las 18:30 horas, en el auditorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (Matucana #501). Entrada liberada, inscripciones en danzaymemoriaenchile@gmail.com.
Programa
Mesa 1 (14:30-16:30)
• Teresa Alcaíno, coreógrafa Compañía Movimiento, obra Los Ruegos (1997-2013).
• Valentina Pavez y Rodrigo Fernández, académico del Departamento de Danza de la Facultad de Artes, coreógrafos, Compañía Danza en Cruz, obra Matadero Alma (2010-2015).
• Heny Roig, investigadora e integrante de Colectivo de danza La Vitrina, obra Carne de Cañón de Nelson Avilés (2003-2013-2018).
Mesa 2 (16:45 - 18:30)
• Natalia Cuéllar, coreógrafa e intérprete de la Compañía Ruta de la memoria, obra Cuerpo quebrado (2008- 2018).
• Ricardo Curaqueo, interprete y coreógrafo, obra Malen (2017- 2019). Premio Mejor Obra de Danza 2017 del Círculo de Críticos.
• Alexandra Mabes, intérprete y coreógrafa, obra Fumando espero (2013).
• Yeimy Navarro, coreógrafa, obra No tenga miedo (2017-2018).
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