“La contingencia nos hizo darnos cuenta de que debemos tener la suficiente flexibilidad, soltura y creatividad para enfrentar el momento que está viviendo el país”, señala Nury González en referencia a lo vivido en los últimos meses en la institución que dirige, el Museo de Arte Popular Americano, MAPA. Ubicada a pocas cuadras de la llamada zona cero, su sala de exposiciones debió restringir su horario debido al estallido social y, desde el 15 de marzo, cerrar sus puertas producto de la pandemia por Covid-19 que, para esa fecha, estaba ad portas de evolucionar a fase 4 en el país.
Sólo un día antes, el MAPA había inaugurado Mujeres Creadoras, exposición con la que buscaban poner en relieve la obra de creadoras chilenas contemporáneas y, al mismo tiempo, reconocer el rol que las mujeres han tenido en el movimiento social. A diferencia de otras muestras, que habían sido precedidas por investigaciones de largo aliento, ésta fue preparada sólo en un par semanas, dando cuenta de cómo lo ocurrido el 18 de octubre influyó en que el museo se adaptara a nuevas formas de trabajar en el marco de la contingencia.
“Lo importante es tener la capacidad de reaccionar a los cambios que se te cruzan en el camino, y creo que eso hicimos con Mujeres Creadoras y es lo que estamos haciendo ahora”, dice Nury González, explicando que tras el cierre de la sala de exposiciones el pasado 15 de marzo, generaron un plan de contingencia que ha permitido que desde hace un par de semanas la ciudadanía pueda seguir accediendo al acervo del MAPA a través de diversas plataformas digitales. “Y aquí quiero agradecer y felicitar a todo el equipo MAPA, que ha sabido responder de una manera extraordinaria a los desafíos de estos tiempos desestabibilizadores”, añade.
Así, talleres gratuitos en línea, difusión de cuadernillos de educación con información de su colección y exhibición de videos documentales, son parte de las actividades a través de las cuales el MAPA ha buscado no sólo seguir activo, sino también aportar desde su quehacer en este nuevo contexto de aislamiento social, y todo por medio de sus redes sociales. La idea es “crear un espacio de aprendizaje de una cultura, de una práctica, de una técnica, llevado a una cotidianidad. Es una forma distinta de poner a disposición de la ciudadanía el acervo y el patrimonio que tiene el museo y nos hemos visto recompesados con más de mil nuevos seguidores en estas últimas semanas”, comenta su directora.
Patrimonio en marcha
Otra iniciativa generada por el MAPA producto de la contingencia es Patrimonio en Marcha, una convocatoria que se ha traducido en una serie de donaciones que la ciudadanía ha realizado al museo desde noviembre de 2019 con el fin de resguardar la visualidad que emergió en las calles tras el llamado estallido social. “Vimos cómo en la ciudad aparecía una gráfica espectacular, de una creatividad, sensibilidad y belleza que te dejaba mudo. Y lanzamos esta convocatoria a quienes quisieran donar su obra para que formara parte de esta nueva colección del museo”, cuenta sobre la iniciativa que ha debido detener momentáneamente la recepción de las donaciones producto de la crisis sanitaria.
Dicha convocatoria surgió por la contingencia, pero también se enmarcó en el hecho de que, “lo que este museo salvaguarda, es la representación de todo el imaginario popular y urbano del país. Y ya vimos que en pleno febrero borraron todo lo que había en las calles, así que no estábamos tan equivocados al pensar en salvaguardar esa creación urbana que había en la ciudad”, añade la directora del MAPA, adelantando que esperan realizar una muestra de todo lo que les ha llegado en octubre próximo, “pero ya hemos visto que todo puede cambiar de un momento a otro, por lo que tenemos que estar atentos al momento político y social actual”.
De hecho, desde octubre a la fecha el MAPA ha cerrado su sala de exhibiciones, modificado horarios e, incluso, desmontado -y vuelto a montar- una de sus muestras para resguardar las piezas en exhibición. “Con el MAPA nos hemos adaptado al ritmo de los acontecimientos para seguir presentes”, comenta Nury González respecto a cómo han reaccionado desde el museo. Y aunque reconoce lo complejo que se ha vuelto a veces y que tanto el estallido social como la pandemia del Covid-19 han develado la precariedad de los trabajadores de la cultura en general, para ella, el área más perjudicada ha sido el de las artes de la representación.
“Me refiero al circo, al teatro, a la danza y la música, donde el cuerpo tiene que estar presente para que la obra exista. Y eso ha afectado enormemente a muchas compañías, a muchos artistas. Entonces, veo que esto devela un problema dramático del mundo de la cultura, porque los artistas que son académicos y trabajan en una universidad, de alguna manera están más protegidos, pero los artistas independientes, las compañías que no reciben apoyo del Estado, entran en un estado de vulnerabilidad absolutamente impactante”, sostiene.
Y en ese contexto, ¿qué le parece la propuesta del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunciada hace algunas semanas?
La propuesta del Ministerio de las Culturas de reasignar, porque no son recursos frescos, sino reasignación de recursos para ir en apoyo de todos estos creadores que han quedado en una situación muy terrible, tiene dos caras. Por un lado, cuáles son los recursos que se van a reasignar y qué va a afectar. Y por otro lado, cuál es la manera, el mecanismo para apoyar al mundo de la cultura, que en el fondo es a seres humanos que su praxis en la vida es la creación y que muchos de ellos, como lo dije anteriormente, sólo trabajan en compañías independientes.
Hasta el momento, se valora el gesto, pero sería importante saber cómo van a hacer esa reasignación, cuáles son los proyectos que quedarían sin financiamiento y cómo será la distribución. Creo que se debería priorizar a todas aquellas compañías o artistas que dependen de sí mismos, que no tienen una institución u otro trabajo que les permita vivir. Y aquí aprovecho de sumar a todas las artesanas y todos los artesanos a lo largo de todo el país que están viviendo una situación absolutamente dramática, que se arrastra desde la época del estallido social, donde no se hicieron las ferias de artesanía que habitualmente se hacían en diciembre y con las que muchos de ellos te decían que podían armarse para el año. Ése es un sector que está dramáticamente golpeado también, el de las y los creadores populares, las y los creadores urbanos. Entonces, creo que es un anuncio que es interesante, pero sería también interesante saber de dónde se va a restar la plata y cómo se va a entregar.
.jpg.jpg)
