Entrevista Con Rodrigo Wielandt, diseñador gráfico:

Más de 10 años cumplió Ediciones del Departamento de Artes Visuales

Más de 10 años cumplió Ediciones del Departamento de Artes Visuales

Más de una década de existencia de Ediciones del Departamento de Artes Visuales se cumplieron a principios del 2020. Una iniciativa que surgió en noviembre de 2008, cuando el área de Extensión del Departamento de Artes Visuales trabajaba en la realización y consolidación de los dos primeros títulos que se publicarán en el marco del proyecto “Ediciones del Departamento de Artes Visuales”: Línea agua y Las obras y sus relatos II.

El surgimiento de esta editorial identificó dos tipos de colecciones, hoy conocidas como Relatos Visuales y Escritos de Obras, cada una con sus propios objetivos específicos, entre los que destacan incentivar la producción de obras pensadas para el libro como objeto/espacio de su soporte, así como la reflexión de artistas y académicos en torno a obras concretas.

“Relatos Visuales es una colección de índole visual que comprende propuestas de académicos del Departamento de Artes Visuales a modo de narración visual, creada manifiestamente para esa configuración y método de edición. Son libros objetos y de artistas, cuyos proyectos deben ser reflexionados e imaginados para el libro como objeto/espacio de su soporte”, explicó Rodrigo Wielandt.

Este tipo de obras se despliegan como una narración a través de las páginas, que debe estar pensada para la elaboración gráfica y ser impresa en offset, en escala de grises. Esto con el propósito de complejizar la obra plasmada en pleno vínculo con los métodos de producción gráfica, los que finalmente se hacen parte de la esencia de la obra. Según lo que contó el diseñador y también Magíster en Investigación y Creación Contemporánea y diagramador de Extensión del DAV.

Asimismo, Escritos de Obras es un repertorio de naturaleza especulativa con lo visual como cimiento –en lo que a la dimensión del pensar se refiere– “que atiende la labor escritural en relación a creaciones, sus pulsiones, procedimientos y evoluciones, con el fin de que se concreten y confirmen sus territorios y recorridos práctico-teóricos”, contó Wielandt. 

Todo esto fue posible gracias al académico Francisco Sanfuentes, pilar clave en este ambicioso proyecto según lo expresado por Rodrigo Wielandt, quien en la siguiente entrevista cuenta cómo se ha transformado en una pieza fundamental de Ediciones del Departamento de Artes Visuales.

¿Cómo fue llegar a hacerse cargo de la gráfica para este proyecto?

Cuando llegué a hacerme cargo de la gráfica de estas colecciones –las que se inauguraron en un escenario de mucha expectación– me vi enseguida involucrado y maravillado por este proyecto. Sin embargo, esto era una parte de todo el trabajo que conllevaba la gráfica de las actividades de extensión al que yo postulé, al igual que otros dos diseñadores, siendo elegido para quedarme con el puesto por la Directora del DAV, en ese entonces la académica Susana González, quien se mostró conforme y agradada por las diversas maquetas que realicé como prueba -según lo encomendado por Francisco Sanfuentes- para los primeros libros de cada una de las colecciones recién creadas. Estas publicaciones fueron: Línea Agua de Jorge Gaete, para los Relatos Visuales, y Las obras y sus relatos II de Sergio Rojas, para los Escritos de Obras. Los contenidos de ambas publicaciones habían sido elaborados y pensados por los académicos para esos proyectos.

 

¿Cómo ha sido el desafío por mantener vigentes ambas colecciones a lo largo de los años?

Claramente, el propósito del departamento y específicamente del área de Extensión DAV, dirigida por Francisco Sanfuentes –quien, dicho sea de paso, fuera mi profesor de pintura por una década– era sin duda hacer perdurar las colecciones a través de los años. Como diseñador y artista visual, he estado cerca de series que no logran pasar de uno o dos números, y esto debía ser superado a como diera lugar, ya que era un tema muy conversado en su momento con Francisco Sanfuentes y María de los Ángeles Cornejos, director y coordinadora de nuestra área de Extensión respectivamente. Y después con el subdirector de ese entonces Arturo Cariceo y además con el nuevo director del DAV de esos años, Jorge Gaete.

Tanto para la Universidad de Chile como para el Departamento de Artes Visuales, estaba la urgencia y el deber de registrar, compilar, sistematizar, diseñar y –de alguna manera– visibilizar estos trabajos en estos libros, como “soportes y compaginación de los contenidos”, lo que ayuda a configurar un modo sustancial de duración, continuidad y estabilidad del proyecto. Esto ha posibilitado reunir, albergar y guardar una perspectiva mucho más acabada de cada creador e investigador. Las colecciones, desde esa perspectiva, además de hacerse cargo de contextos y fenómenos concretos, de alguna manera también se hacen atemporales, dada su trascendencia a través del tiempo y la preocupación por esos fenómenos no circunscritos solo a la contingencia.

 

¿Y cómo ha sido la relación que se ha dado entre el diseño de libros y las artes visuales?

Me fui percatando de que en general tanto el arte como el diseño gráfico, a nivel local, cohabitan excesivamente atados al entorno, limitado –y a veces supeditado– a lo efímero y a la conmoción. Es de alguna manera lo que atañe a nuestra historia más reciente…y pretérita también. Y es que el quehacer no puede escindirse y dejar de lado a su dimensión reflexiva y a su pulsión original. Es decir, a su esencia. Entonces, en este caso, la premisa gestáltica de que “el todo es más que la suma de sus partes” para mí funciona perfectamente y me guía en la veta de diseñador que nació aquí. 

Se trata finalmente de la urgencia y responsabilidad crucial de evidenciar y dar cabida a los desasosiegos, informando, recolectando los sentires y cavilaciones en torno a los trabajos.  Estructurándolos, exhibiéndolos y publicándolos; dándoles la posibilidad de propasarse de las convenciones o cotas quizás autoimpuestas. Considerando sus anhelos de externalidad y sus búsquedas interdisciplinares, sin importar en qué órbita de lo gnoseológico, de lo poético/emocional o de algún otro quehacer yazca esa pulsión.

 

¿Qué hay de las primeras publicaciones?

Al comenzar a trabajar en Extensión DAV fue clave la complicidad laboral con la periodista Isis Díaz, cosa que facultó un excelente fluir en los diversos avances durante la configuración de los libros. A pesar de que la colección Escritos de Obras, de la cual ya llevamos veintitantos títulos publicados, se focaliza fundamentalmente en los discursos acerca de trabajos surgidos y efectuados en el ámbito local y actual, eso no ha implicado la inexistencia de una apertura y/o incursión hacia creaciones e investigaciones de artistas foráneos. Esto demuestra que Ediciones del Departamento de Artes Visuales no solo se propone alentar, impulsar, planificar y exhibir las obras y reflexiones intrínsecas del DAV, sino que también volverse un relato precedente respecto de lo que se está realizando actualmente en el ámbito de la plástica, aquello íntimamente ligado a la contingencia. Así es como llegan a aparecer diferentes textos en los libros, que pertenecen y/o aluden a trabajos de artistas que son ex estudiantes del DAV –sean de pregrado o postgrado–, así como de académicos y artistas de otras instituciones, o bien, autodidactas.

En cuanto al origen en sí de los contenidos, estos son relatos y obras reflexivas que pueden haber sido publicadas anteriormente, o quizás no, pero que al pasar a formar parte de estas ediciones, se concreta en ellas la posibilidad de su permanencia. Es decir, sin querer caer en la

pedantería, le permite a dicho contenido quedar inscrito en un ámbito que lo hace mucho más factible de ser leído, visto o utilizado como referente.

 

¿Cuál ha sido la clave para mantener por más de una década el éxito de estas publicaciones?

Esto pasa porque el rol de estos libros tiene un propósito esencialmente apilador, estructurador, mancomunador e incluso “rescatador” de todo ese material a veces diseminado, posibilitando así el surgimiento de una perspectiva novedosa. Y en esas re-lecturas está, en gran medida, la magia de estas ediciones.

Recuerdo que al principio, la colección Relatos Visuales estaba vacante únicamente a profesores académicos del DAV. Pero posteriormente, esta convocatoria se extendió a otras posibilidades, a otros artistas visuales. Y en todo eso, la connivencia en el trabajo en conjunto con Isis Díaz, María de los Ángeles Cornejos y Francisco Sanfuentes fue trascendental. Esto es lo que ha hecho que de aquí haya emergido un verdadero quehacer editorial. Esto ha implicado que cuando las ediciones han ido circulando y tomando fuerza –es decir, cuando la circulación de sus publicaciones ha adquirido valoración– ha ido aumentando la presentación de proyectos por parte de los artistas / académicos. Si bien la convocatoria a los antes mencionados es algo que concierne al DAV, no quiere decir que no se abra a las diversas iniciativas que puedan surgir desde afuera, sin dejar de lado, por supuesto, a la producción de obra de la universidad.

Siempre ha sido un sello fundamental el que con el tiempo más artistas plásticos se animen participar, y así crear las condiciones –que a mi parecer ya están solidificadas– para que estas colecciones pervivan por mucho tiempo más. Existe en esta colección una configuración preestablecida, pero considerando siempre el llegar a consensos respetando el estímulo del artista que publica. 

 

¿Qué debe contener un libro que sea publicado por Ediciones DAV?

Los libros tienen ciertas formalidades estéticas como base, específicamente en lo que atañe al diseño. Esto claramente también es cosa de sentido común, de criterio. Así por ejemplo, están los miramientos en una propuesta puntual en relación a un tipo del papel, o a una tipografía; y si bien, las fotografías son en blanco y negro, se conversa el cómo pueden trabajarse mejor, o y si procede o no utilizar tal o cual imagen. En el fondo, tiene que ver con cómo compatibilizar cada propuesta artística y su contenido con los parámetros y estipulaciones determinadas para esta colección, manteniendo la esencia del trabajo que desea publicarse.

 

¿Entonces, podría entenderse esto como un proyecto ya consolidado y vigente?

Exactamente. Con una gran cantidad de números publicados, se ha ido estructurando un espacio relativamente delimitado que, al ya estar establecido, ha ido suscitando cierta predilección, y hasta me atrevería a decir, una fascinación por tener acceso a la difusión de la obra a través de estas publicaciones. Prueba de ello es la posterior incorporación de una tercera colección: la serie Investigaciones. El surgimiento de esta serie ha sido muy importante en la consolidación de otra faceta de las Ediciones del Departamento de Artes Visuales, las que además son parte de las publicaciones de la Facultad de Artes, y es el académico Luis Montes Rojas, quien ha estado a cargo de su edición desde su inicio en el 2018. Y ahí también ha sido fundamental el rol de la periodista Igora Martínez como miembro del área Extensión DAV. Creo que fue en esas instancias cuando Igora llegó proveniente del Departamento de Postgrado, a reemplazar a Isis como periodista, y se incorporó, si mal no recuerdo, al momento de emerger la serie Investigaciones. Desde ahí ha habido una muy buena complicidad en el trabajo editorial, encargándose ella del ámbito comunicacional. Esto quiere decir –como lo mencionó alguna vez Francisco Sanfuentes– que si se ha deseado fortalecer el área de estas publicaciones, en realidad también se ha buscado consolidar aún más las diversas publicaciones de la Facultad de Artes, en cualquiera de sus ámbitos.

 

¿Cuáles han sido los productos de esa consolidación reflejada en las últimas publicaciones? 

El año recién pasado durante la dirección de Extensión de Arturo Cariceo -quien gentilmente me propuso esta entrevista hace un tiempo, por cumplir una década y a lo que asentí por considerar que sería novedoso y hasta necesario entregar una visión desde mi labor gráfica-  trabajamos en dos de los últimos proyectos editoriales. El primero es el libro del filósofo, crítico de arte y académico Fernando Castro Flórez, Derroteros y Naufragios del Arte Contemporáneo, y el segundo, de la teórica y académica Nelly Richard, Escrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada, que aún está en proceso. A esto se suman dos ediciones más en desarrollo y próximas a su proceso de impresión: Cuerpos de la Memoria, del académico Luis Montes Rojas (editor), y De Cobre, Microbios y Arte, del egresado del DAV, André Barbet junto a Giorgio Boccardo y Andrés Marcoleta, publicación que será realizada conjuntamente con la Facultad de Ciencias.

 

¿Y cómo ha sido para ti en lo profesional esta década a cargo de la labor gráfica de estas colecciones?

En relación al diseño y la diagramación de los libros, ha sido un tremendo desafío que, a mi juicio, ha devenido en un notable resultado. Sobretodo porque, a diferencia del diseño gráfico ligado a las convenciones del marketing y la publicidad, aquí se ha desarrollado un diseño gráfico “autónomo al fallo comercial”. Con esto no quiero decir que éste sea un diseño libre de estructuras. Sino más bien, que éste está alejado de los cánones neoliberales en los que usualmente se le inscribe. Ha sido un proceso muy integral, en el que muchas veces he podido interactuar con el contenido, con los autores, y lógicamente con el comité de Ediciones del Departamento de Artes Visuales, haciendo aportes estéticos, tanto desde la gráfica, como desde mi formación de artista visual, a partir de trabajos realizados por mí. Y también desde las humanidades, tales como aportes en la gramática o la investigación de datos relacionados con los contenidos.

Además, todo aquello ha sido un aporte para poder trabajar en el diseño, la diagramación y otros aportes de otras publicaciones, tanto de Postgrado (Rodrigo Zúñiga, Guadalupe Álvarez de Araya), Artes Escénicas (Carlos Poblete, Mauricio Barría), Departamento de Teoría (Revistas Despliegue y Actas ALPE) o en conjunto con Filosofía y Humanidades (Barroco Fronterizo), entre otras. Especial mención merece para mi el libro La Exención. Estéticas del Extremo, primer libro de una colección nueva de Postgrado a cargo de Rodrigo Zúñiga. Todo eso ha sido algo muy beneficioso para mi desarrollo profesional y personal, cosa que se agradece enormemente.

 

¿Han habido proyectos con los que has desarrollado una empatía especial?

Por supuesto. Aunque cada libro es un mundo diferente y te va maravillando en la medida en que vas avanzando en su diagramación, hay trabajos que, por diversas causas, me han causado especial empatía. Además de los dos primeros, dado que era el comienzo, cabe mencionar en la colección Escritos de Obras los libros Estéticas de la intemperie, La intensidad del acontecimiento, Diálogos iniciales, Poéticas de la intemperie y El ego explotado, entre otros. De la colección Relatos Visuales se me vienen a la memoria Manifiesto Neopompier y 1cm2, por su singularidad, Interior de artista también, y hay dos a los que les guardo particular aprecio: Te Observo y Bitácora Visual de un Trayecto Corporal.

 

¿Cómo se vislumbra el futuro de Ediciones DAV?

Soy optimista al respecto. Se han seguido sumando proyectos editoriales, tales como la nueva revista del DAV titulada [cuatro treintaitrés] cuya edición general está a cargo de Luis Montes Rojas junto a un extenso comité editorial. Los dos primeros números ya están también descargables en su versión digital, así como el volumen tres, casi listo para imprimirse. Luego de la consolidación de los proyectos surgidos de Ediciones del Departamento de Artes Visuales, continuará la proliferación de obras y reflexiones, plasmados en tantos ejemplares como se pueda. Aumentará la circulación de los libros, tanto impresos como digitales. Y todo aquello permitirá sostener el propósito final, cual es el fortalecimiento de las publicaciones del DAV, y mediante ello, de la Facultad de Artes.

Últimas noticias

Estreno de Poly Rodríguez en GAM:

Prof. Poly Rodríguez estrena obra de danza "Membrana" en el GAM

Seis bailarinas componen el elenco de "Membrana", una pieza de danza contemporánea que invita a reflexionar sobre el contacto humano y nuestra actual forma de relacionarnos entre personas y con otros seres. La obra, dirigida por Poly Rodríguez, académica del Departamento de Danza de la Facultad de Artes, tendrá funciones en GAM los viernes, sábados y domingos, del 6 al 28 de abril.

Una instancia abierta a toda la comunidad:

Coloquio reflexiona en torno a los actuales procesos históricos

"El tiempo más allá de la historia" se tituló esta jornada académica interdisciplinaria que reunió a académicos de la Universidad de Chile y la Universidad de Bielefeld, Alemania, además de egresados/as del Magíster en Teoría e Historia del Arte y estudiantes del Doctorado en Filosofía, con mención en Estética y Teoría del Arte, en torno a la pregunta por el devenir de los acontecimientos cuando el patrón narrativo –que constituía el fundamento de los "grandes relatos”, como el progreso o la emancipación– parece encontrarse en crisis.

Sala Juan Egenau: muestra pictórica interpela la linealidad de la mirada y la experiencia

SJE: muestra pictórica aborda linealidad de la mirada y experiencia

Un nuevo ciclo de exposiciones llega este 2024 a la Sala Juan Egenau del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, en donde se presentarán doce exhibiciones durante el año. Inauguran este ciclo los artistas visuales Pablo González Chamaca y Boris Jimenez Figueroa, quienes a través de una serie de pinturas dan vida a la exposición "Visión de Campo: Cartografía y Perspectivas del Terreno" que se presentará desde el 3 al 18 de abril.