“Este programa resulta inédito puesto que es el único bachillerato de música en Chile y busca entregar una formación base y exploratoria no sólo en las líneas tradicionales de nuestras actuales etapas básicas, sino que también otros tipos de músicas”, enfatiza Melissa Ovalle, coordinadora ejecutiva del equipo encargado del proyecto, en torno al desafío que tiene el plan respecto a ofrecer una formación más diversa y compleja, pertinente a las demandas laborales actuales del medio local.
El proyecto de Bachillerato de Música que pretende impartir por primera vez la Facultad de Artes de la U. de Chile ya ha culminado la etapa de diseño y se proyecta como un programa que cumplirá al menos tres funciones de gran relevancia. La primera, consiste en ofrecer una formación con continuidad a las y los estudiantes ligados a la interpretación y composición que quieran seguir dichos estudios en las licenciaturas. La segunda, brindar una formación transversal para todas/os aquellas/os interesadas/os en las salidas a las licenciaturas de Ingeniería en Sonido y Teoría de la Música. Y la tercera, ofrecer un plan formativo con certificación intermedia para estudiantes que ya estén insertos en el mundo musical, pero tienen la necesidad de complementar y perfeccionar sus conocimientos participando de un espacio de desarrollo reflexivo y crítico.
“Es un gran aporte al desarrollo de las artes al reconocer la formación inicial de estudiantes que han dedicado muchos años a ello, lo cual permite avanzar hacia a un paradigma integrador y más democrático en la formación musical”, señala la vicedecana (s) de la Facultad, prof. Verónica Canales, quien complementa que esta propuesta formativa surge como una iniciativa vinculada a dos proyectos trabajados de manera triestamental en decanatos anteriores: por una parte, el Proyecto de Desarrollo Institucional (PDI) período 2016-2021, que entre sus líneas de acción considera la consolidación del reconocimiento institucional y estatal de la Etapa Básica como parte de la formación universitaria a través de la creación de programas de bachillerato, y, también, el Plan estratégico producto del trabajo realizado por la Mesa de Desarrollo Institucional (MDI) de la Facultad de Artes, que expresa -entre otras iniciativas-, la creación de un nuevo programa de Bachillerato.
Reconocimiento de la Etapa Básica
El Bachillerato de Música, como iniciativa que releva el rol de la Etapa Básica –programa académico que corresponde a los estudios previos que se requieren para ingresar a la Licenciatura en Artes, en las menciones de Composición e Interpretación Musical- ha sido pensado como un lugar de encuentro para las diferentes músicas, donde se trabaje en la generación de un conocimiento más amplio, permitiendo que las personas que tienen inquietudes, intereses y vivencias diversas, puedan aproximarse a un espectro heterogéneo de músicas a fin de realizar mejores definiciones vocacionales en un ambiente de construcción y colaboración, dando cabida a distintas historias de vida y trayectorias musicales.
"El proceso de diseño de un programa transversal hará concurrir a actores que provienen de distintas especialidades, por lo que es de esperar que las conversaciones académicas que den origen al bachillerato sean de una gran riqueza y diversidad, lo que fortalecerá el diseño curricular, actualizando y diversificando las asignaturas”, sostiene el profesor especializado en Teoría General de la Música y asesor del equipo encargado del proyecto, Ariel Grez.
En esa línea, el bachillerato permitirá formalizar una parte importante del proceso de la Etapa Básica, “que hasta ahora está caracterizado como un programa excepcional propio de la Facultad de Artes. En ese sentido, es de esperar que la asunción de una figura de pregrado como lo es el bachillerato permita agilizar, clarificar y precisar todos los procesos administrativos relativos a postulación, beneficios y paso a la etapa superior, es decir, la licenciatura”, añade.
“La Etapa Básica siempre ha tenido la idea de contar con un reconocimiento formal de estudios que permita a sus estudiantes desempeñarse en instituciones diversas, acceder a beneficios económicos como pase escolar, gratuidad, becas y créditos”, explica el director de la Escuela de Etapa Básica, el profesor Héctor Sepúlveda, en torno a las implicancias sociales y económicas que tiene este paso para quienes optan por este plan de estudios.
Continuidad de estudios
Dentro de la apertura y flexibilidad que ofrecerá este programa, se proyecta convocar a estudiantes con diferentes intereses formativos. Esto incluye a “quienes estén definidos vocacionalmente y una vez terminado el programa, deseen continuar en la licenciatura en interpretación o composición. Aquellos que quieran explorar mediante una formación transversal para definir su continuidad en alguna de las licenciaturas. O bien, deseen cursar el programa para complementar y/o perfeccionar sus conocimientos en un espacio universitario reflexivo y crítico, sin necesidad de continuar en una licenciatura”, sostiene Luis Felipe Castro, asesor curricular del equipo encargado del proyecto y responsable de la Unidad de Docencia de la Escuela de Etapa Básica.
En ese sentido, será fundamental desarrollar una docencia integradora con académicas y académicos de nuestra facultad y la integración de docentes que puedan enriquecer la visión disciplinar, “siendo un aporte desde el punto de vista investigativo, y de la articulación con diferentes realidades musicales”, añade Castro.
“Confío en que todo lo reflexionado en la construcción de este bachillerato puede permear a las distintas carreras musicales de pregrado, además de otras disciplinas de la licenciatura, siendo una invitación abierta a trabajar por cumplir con el rol público de la Universidad, que esté al servicio del pueblo de Chile, que sea realmente inclusiva, democrática, feminista, integral, reflexiva e impulsando un pensamiento crítico y transformador”, concluye Mical Romero, estudiante de la Etapa Básica de Interpretación Musical y representante estudiantil en la Mesa Institucional, acerca de este proyecto que hoy tiene como próximo desafío la socialización y validación del perfil de egreso con la comunidad de la Facultad.
