En el marco del Seminario de los jueves:

Constanza Acuña : "El significado menos evidente de las obras"

Constanza Acuña : "El significado menos evidente de las obras"

"La historiografía que se ha ocupado de estudiar el arte colonial americano, en su mayoría, ha visto en ese tipo de representaciones sólo un documento que ilustra las costumbres, el paisaje, el tipo de sociedad que se construyó durante el período de la dominación española. De algún modo, descartan a priori que esas obras puedan poseer también un valor artístico, que puedan ser apreciadas como obras que producen significados y valores estéticos", explica la profesora Constanza Acuña.

El arte colonial americano y específicamente la pintura cuzqueña del siglo XVII han sido desde hace años su objeto de estudio. Es más, en su tesis de licenciatura en Teoría e Historia del Arte, titulada "La imagen barroca en el arte latinoamericano", la académica analizó la historiografía del arte colonial y la forma en que un ciclo de pinturas que representan la vida de San Francisco de Asís había sido ocultada bajo una serie de prejuicios. Por ello, su trabajo se centró en "despejar el terreno a fin de entender el origen de los programas iconográficos para interpretar el arte que nace de esas mezclas de temas y estilos que provenían del barroco europeo; revisar el modo en que la tradición historiográfica había explicado a la pintura colonial, y desde ahí elaborar los instrumentos para llevar a cabo su crítica".

¿A qué se debe el prejuicio que tiene al arte colonial americano?

Creo que se debe a dos cuestiones. Primero, es un arte eminentemente religioso cuya función fue evangelizar y enseñar la fe cristiana a pueblos que ignoraban la existencia y el sentido de la cultura europea. Las imágenes se convirtieron para los conquistadores en instrumentos eficaces que permitían enseñar a través de los sentidos las abstractas doctrinas cristianas, lo que se ha transformado en el principal obstáculo para que la crítica idealista crea que éste merezca un interés que no sea exclusivamente histórico. En segundo lugar, la originalidad, valor que desde su mismo nombre este tipo de arte negaría. Colonial sería sinónimo de dependencia y reproducción pasiva por parte de los vencidos. Cuando se define al arte colonial en términos de arte sincrético, asimilado, anacrónico, ingenuo, se asume como hecho que el arte americano no es y debería ser como el arte europeo. Estas exigencias tan contradictorias -el arte colonial debería ser original y al mismo tiempo valorado según los parámetros de sus modelos- podrían parecer superadas, pero son prejuicios muy enquistados.

Usted habla del significado menos evidente de la obra, ¿cómo se lee, por ejemplo, en el caso de las pinturas religiosas?

Los significados menos evidentes, en el caso de pinturas que representan temas religiosos, tienen que ver con los que escapan a su significado literal. La pintura colonial, al igual que las alegorías y los emblemas, tiene la dificultad y la ventaja de significar a dos luces, se deja percibir pero no definir, como decía Baltasar Gracián, el teórico español del ingenio y la agudeza barroca. A los significados menos evidentes los que tenemos que descubrir realizando una investigación que trate de rearmar el contexto político, social, religioso y simbólico de las pinturas. En un segundo momento, tendremos que ver cómo estos artistas logran combinar y armar un verdadero sistema plástico, que estaba hecho para ser entendido y descifrado por un público que conocía sin duda los códigos para entrar en él.

¿Qué abordará en su ponencia de este jueves?

Se trata de un trabajo de investigación que es parte de mi tesis de doctorado para la Universidad de Bolonia. Ahí reconstruyo el ambiente social y cultural de los artistas mestizos que pintaron ese ciclo de pinturas de finales de la segunda mitad del siglo XVII (la serie de pinturas cuzqueñas que representan la fiesta del Corpus Christi). Muestro que existió al interior de ese grupo de pintores una reflexión pictórica que puso en discusión no sólo las problemáticas artísticas y sociales mas importantes del período colonial americano, sino que fueron capaces de inventar un sujeto que jugaba con los sentidos literales y figurados de los motivos clásicos que trasmigraban desde Europa a Sudamérica, interpretándolos en clave contemporánea y arcaica al mismo tiempo. Además, establezco una relación entre la literatura y la pintura colonial, a partir de una obra de Juan Espinoza Medrano y uno de los cuadros de la serie del Corpus, que representa el motivo de San Cristóbal transportando al Niño Jesús. Desde ese reconocimiento iconográfico, trato de armar nexos temáticos y formales que me permiten hacer dialogar a esa imagen con el sermón de Espinoza Medrano: "El Dedo del Cíclope".

La ponencia "Iconografía religiosa colonial" de la profesora Constanza Acuña, se realizará este 7 de junio, a las 14:30 horas, en la Sala 2 del Departamento de Teoría de las Artes, ubicado en Las Encinas 3370, Ñuñoa.

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