Cobertura especial:

"La gran herencia de Pinochet fue el triunfo de la política cultural"

"La gran herencia de Pinochet fue el triunfo de la política cultural"

Con la proyección de un video con sus principales trabajos, se dio inicio, durante la tarde del lunes 21 de enero en el Museo Regional de Magallanes, a una interesante charla a cargo del connotado director teatral y dramaturgo, Ramón Griffero, quien en una hora y media conversó con los asistentes sobre el teatro y la cultura en Chile, afirmando que "sin difusión no hay libertad de expresión para el creador".

Griffero, quien además es sociólogo de la Universidad de Essex en Inglaterra y director de cine, egresado del Instituto Nacional de Bellas Artes de Bruselas, ha realizado con sus trabajos y desde una irreverencia viseral, una fuerte crítica a la sociedad y un importante aporte al desarrollo del teatro en Chile, fundando en 1984 la Compañía de Teatro Fin del Eclipse, con la que ha desarrollado los montajes "Cinema Utopía" y "Tus Deseos en Fragmentos", entre otros.

En la charla sostenida en el marco del Primer Festival de Teatro Cielos del Infinito, encuentro que se realizó en Punta Arenas gracias a un Fondo Nacional de Desarrollo de la Cultura y las Artes, Fondart, entre el 16 y el 22 de enero, el director de "Fin del Eclipse" afirmó que "siempre se ha dicho que la gran herencia de la dictadura de Pinochet fue la política económica, pero para mí lo más grave no es eso, ya que la verdadera gran herencia fue que triunfó la política cultural de eliminar las voces de los creadores por aquellos de la farándula, esa que vemos en la televisión".

"Chile es el único país en el que los rostros de la televisión son los mismos que en dictadura; como Don Francisco, la Bolocco, �?lvaro Salas y el Kike Morandé, entre otros y eso es incomprensible, quienes además hablan del mismo lugar. Lo que hizo la dictadura fue eliminar la voz Republicana, que era la voz contemporánea de sus escritores, de sus artistas visuales y de sus coreógrafos, como la de nuestra historia, reemplazándola por una voz no crítica de una modelo a la que le duele una teta", afirmó Griffero, en relación a los pocos espacios de difusión para las artes.

"Para mí, la función fundamental que están haciendo todas las artes, incluidas las artes escénicas con la gran fuerza del teatro emergente y de tantos jóvenes dramaturgos, es responder a esta necesidad de manifestar otras visiones y de expresar vacíos", afirmó el dramaturgo, quien agregó que "el arte, al no ser una industria, no puede manejar la difusión, ya que ésta en términos de mercado no puede ser un afiche, sino que una campaña como la de la Coca Cola, ya que las personas necesitan que les llegue la información a través de medios de comunicación masivos".

"Si los medios de comunicación no van a cumplir el deber ético de difundir nuestro patrimonio, y no estoy hablando sólo de lo contemporáneo, sino que incluso de los doscientos años de cultura, no hay libertad de expresión", afirmó Griffero, quien agregó que "se está llevando a cabo una privatización de la cultura, a través de políticas culturales que sólo se basan en fondos concursables, ya que un país no puede hacer que su creación la juzgue la relacionadora pública de la compañía de tabaco, ya que eso es denigrar el rol y el trabajo del artista".

"Lo único que tenemos para defendernos frente a la globalización es nuestra cultura, tomando en cuenta que lo material ya no importa, porque tomamos Coca Cola y usamos bluejeans. La cultura es el anticuerpo a la globalización, y eso lo tienen muy claro los países europeos", afirmó el destacado dramaturgo.

"Hoy, el teatro en Chile se liberó de tener que copiar los modelos y está creando sus propias autorías. Hay un cambio de mirada y los nuevos creadores generan sus propias perspectivas sobre algo, tomando en cuenta que no se parte destruyendo lo existente, sino que tomando toda la cultura de occidente y dándole una identidad propia, la que no tiene que ver con ser original, sino que con asumir el lugar donde estamos, apropiándonos de las cosas del lugar de donde nos situamos", explicó Griffero.

El director de la Escuela de Teatro de la Universidad Arcis se refirió favorablemente al considerable aumento de dramaturgos jóvenes, en tiempos en los que el escritor Marco Antonio de la Parra anunciaba que los dramaturgos iban a ser "unos dinosaurios en extinción", ya que iban a empezar a desaparecer para dar paso al teatro imagen.

"A partir de la década del ochenta y en diecisiete años de dictadura, aparecimos sólo tres dramaturgos: Juan Radrigán, Marco Antonio De la Parra y yo. Cuando llega la democracia explota el arte escénico y de la Muestra de Dramaturgia Nacional empiezan a surgir muchos jóvenes dramaturgos y en diez años, ya se han presentado más de mil doscientos textos inéditos, de los cuales, el ochenta por ciento, pertenece a gente menor a veintiocho años", explicó Griffero.

"Ahora, los dramaturgos no provienen de la literatura y tampoco provienen de otras áreas, ya que casi todos los dramaturgos de la década del noventa hacia adelante, son gente de teatro, como alumnos o diseñadores escénicos. La riqueza de que provengan de esa área, es que escriben para el teatro, para la escena y no para la literatura", afirmó Ramón Griffero.

Junto a Griffero, también llegó hasta Punta Arenas el connotado actor y dramaturgo Alejandro Sieveking y el académico Marcos Guzmán.

"La diferencia entre un teatro mercado y un teatro arte, no tiene que ver con cuánta gente va o quién ganó más o menos dinero, sino que con el gesto de creación que algo se genera. El teatro mercado tiene relación con hacer qué obra tiene éxito de taquilla, y así hacer un producto para la venta. El teatro arte parte de un gesto de creación que escribió el dramaturgo y donde jamás la pregunta del lucro y del vender, fue parte del origen", explicó Griffero.

"El teatro mercado ha aumentado porque ha aumentado el ingreso de los chilenos, apareciendo el consumo cultural, el que conlleva a la aparición de una nueva clase media emergente. Hoy, la cultura no es un mérito, sino que el dinero, por lo que a esa clase media ascendente hay que venderle arte, pero de mercado, por lo que creen que están asistiendo a una obra de teatro, pero en realidad están asistiendo a una obra de farándula", afirmó el director teatral.

La charla que sostuvo Ramón Griffero en el Museo Regional de Magallanes y en el marco del Primer Festival de Teatro Cielos del Infinito, es parte de una serie de charlas a cargo de destacadas personalidades del quehacer artístico nacional.

El encargado de abrir esta actividad fue Alejandro Sieveking, quién se refirió, el domingo 20 de enero, a la dramaturgia en el teatro chileno. Posteriormente a la presentación del escritor de "La Remolienda", se presentó Griffero y para finalizar, se presentó el martes 22 de dicho mes, el académico y director teatral, Marcos Guzmán, con la charla "Nuevas tendencias escénicas".

Últimas noticias