Sólo entre las 19:30 y las 20:30 horas de este miércoles 24 y de este viernes 26 de agosto se podrá visitar Corrosión, exposición que reúne las obras de Viviana Corvalán y Jacqueline Lillo, artistas formadas en la Universidad de Chile que nuevamente exponen juntas en esta muestra que se exhibe en el Centro Experimental Perrera Arte. "En nuestras propuestas hay varios conceptos que nos identifican y que se repiten desde miradas diferentes; conceptos como huella, recuerdo, abandono y soledad, los que yo trabajo a través del cuerpo y Viviana a través de los espacios, como una vivencia", explica Jacqueline Lillo, agregando respecto a ello que, en esta exposición, "la idea era trabajar en completa oscuridad, sólo iluminando lo que íbamos a mostrar, dando cuenta así del abandono, la soledad, la huella y la ruina".
De allí la elección del espacio en que finalmente montaron esta muestra, un lugar caracterizado por una "construcción y arquitectura industrial, fría y aislada", dice Viviana Corvalán, quien, considerando esa forma como ruina y huella de una memoria, articuló su obra a partir del recuerdo y de la rutina del cotidiano. "Habilité una entrada lateral con una frase de luz que determina que el lugar se llama 'Meridiano Cero'", dice esta artista, añadiendo que ése es "el nombre que le doy al sector de la cocina, lugar que nos remite al resguardo de la casa, del hogar, y que se contrapone radicalmente con lo frío e inhóspito de la arquitectura industrial del lugar, trayendo hacia su misma estructura la concepción de pasado y de presente, de algo que estuvo y que ya no está, de algo que se mantiene en el tiempo, pero que ahora es algo distinto".
Así, Viviana Corvalán intervino mínimamente la cocina de la Perrera Arte para dar forma a su propuesta, "una frontera entre lo cotidiano y la obra", explica esta artista que destaca el hecho de que "muchas personas que estuvieron en la inauguración no se hayan percatado de que se sentaron y habitaron un lugar que era dispuesto como obra". Junto a ello, la propuesta de Jacqueline Lillo, quien a partir de "La Condesa Sangrienta" de Alejandra Pizarnik -cuento que relata la historia de Erzébet Báthory, aristócrata húngara que vivió entre 1560 y 1614, que asesinó y torturó a más de 600 muchachas-, comenzó un trabajo en el que se planteó investigar en torno al "placer que sienten algunas personas por ver o hacer sufrir a otros, en un sentido erótico, enfocado hacia el sadismo y la tortura", explica esta artista.
A partir de ese imaginario, Jacqueline Lillo trabajó con las descripciones de los diferentes tipos de tortura realizados por esta condesa "para así llevar la imagen misma a sufrir estas aberraciones", señala esta artista, cuya propuesta se tradujo en imágenes de cuerpos femeninos ultrajados e intervenidos manualmente "de una forma grafica y explicita, para recrear, con esto, el acto de tortura y desgarramiento, trabajando el cuerpo como soporte y desatando el morbo que tiene uno como espectador y voyeur a partir de diferentes materiales que evocan ciertas texturas del cuerpo, fluidos y materia", señala Jacqueline Lillo sobre la obra que presenta en Corrosión, título que alude justamente al "deterioro y al desgaste. Ambas interpretamos la herida, el tiempo, la ruina y la huella de distintas disciplinas", concluye Viviana Corvalán.
Materialidad Concreta
Francisca Aninat, José Morales y Rodrigo Vargas, este último, artista formado en la Universidad de Chile, fueron invitados por Gonzalo Pedraza para realizar una investigación sobre los objetos y materiales que se pueden ver y encontrar en las calles cercanas a Matucana 100, abriendo, a través de las propuestas realizadas por estos artistas, una perspectiva en torno al radio cultural de este espacio ubicado en la comuna de Estación Central. Así, a partir del estudio de esos materiales como de los lugares en donde se disponen, surgió Materialidad Concreta, muestra que se exhibirá hasta el próximo 25 de septiembre en Galería Concreta del Centro Cultural Matucana 100, lugar que, a través de esta exposición, continúa con su línea de investigación en torno a la comunidad.
Para dar forma a las obras que se presentan en esta muestra, Francisca Aninat trabajó con las acciones que se producen en la sala de espera del Hospital San Juan de Dios, concentrándose en el tejido y la lectura; José Morales, con pedazos de cartón recogidos en Estación Central; y Rodrigo Vargas con maderas botadas en las calles, con las que armó una intervención que recubre Galería Concreta. "Para seguir con mi trabajo con la industria, compré tornillos en las ferreterías de los alrededores", agrega Rodrigo Vargas, quien adosó despuntes de madera, uno al lado del otro, construyendo un tejido que sintetiza la comunidad material, pudiéndose leer las huellas y las marcas del territorio en esta instalación.
"Mi exploración es la búsqueda de estructuras y mi interés, en este caso, es el problema del trozo recolectado y dispuesto como objeto unitario. Esto tiene que ver con las posibilidades del no objeto o del objeto que no existe, el objeto no visible, porque el proceso de saturación desautoriza al objeto, quitándole su propia individualidad", explica Rodrigo Vargas sobre esta obra que "sigue con la mecánica serializada de aplicar pequeñas unidades que se desvanecen en el conjunto y que, además, hace suyo un espacio interior, señalando una materialidad conflictiva como si los objetos de uso cotidiano y de naturaleza fútil se rebelasen contra su condición usual y accesoria, articulándose entre sí. Con ello, revelan la estructura que se ocultaba en su materialidad. Hay algo en el material que no es sólo físico, también histórico, emocional y perceptual".
Disparidades
En la Galería de Arte de la Universidad Federal del Espíritu Santo, ubicada en la ciudad de Vitória, en Brasil, se exhibe Disparidades, exposición que reúne las propuestas de Andrea Falquet, BeatriZanchi, Wandekoken Bruna, Costa Eddie, Azevedo Fabianne, Gisele Ribeiro, Rogge Karla, Zanin Larissa, Polliana Dalla, Robert Jastrow, Pasta Rosana, Shirley Paes Leme, Thais Vilela, Vanessa Cavalcante, Vanessa Mattos y Carolina Ibarra. Esta última, artista formada en la Universidad de Chile, fue invitada por medio del Grupo de Estudios de Arte Público Latinoamérica (GEAP) a exponer en esta muestra, un proyecto curatorial de Fernanda Barcelos, Isabela Persio y Vanessa Cavalcante, que gira en torno a la problemática que surge de la relación entre arte y género.
"Creo que las curadoras tienen una mirada súper fresca respecto a la condición de 'arte de género'", dice Carolina Ibarra, que pese a no sentirse identificada con ese concepto, señala que, "cada cierto tiempo, me interesa hablar del tema del poder y la interfaz política que implica la preocupación que producen estos temas, los que eventualmente pueden cruzarse con la condición de género del artista, sea hombre o mujer. A veces, algunos trabajos que realizo pueden encajar en esta temática y creo que, por ello, me invitaron. La verdad es que me interesa investigar sin pensar qué tipo de trabajo es o en qué cosa podría encajar. Lo hago por placer y, con el tiempo, he aprendido a sistematizar un poco más y no me molesta parecer errática".
En Disparidades, esta artista exhibe una obra que surgió hace algunos años, cuando el término femicidio se instaló mediáticamente. "Me interesó pensar qué pasaría si la problemática de la agresión hacia la mujer fuera vista desde el otro lado. Es decir, del hombre que no sólo es agredido por la mujer, sino que además es exigido a desarrollar su sensibilidad femenina al encontrarse con esta nueva mujer que, por lo demás, merece estar empoderada", recuerda Carolina Ibarra, a quien le interesó "hablar de este cambio social porque, cuando se piensa en el progreso, a veces se olvida que éste, además de construir, desmantela otras cosas", señala sobre su obra, la que forma parte de una serie titulada La Fact Painting, serie de fotografías basadas en hechos históricos falsos que comenzó en 2007.
Esta muestra, que fue seleccionada en un concurso abierto realizado por la Galería de Arte e Pesquisa de la Universidad Federal del Espírito Santo (GAP/UFES) en el marco del programa de jóvenes curadores OCUPA [2], permanecerá en exhibición hasta el 4 de septiembre. Sobre el título de esta exposición, Carolina Ibarra concluye: "Disparidad fue elegido por sugerir diferentes situaciones y desigualdad, ya que la exposición aborda las cuestiones relacionadas con arte y género. Sabemos que hay diferencias con el modo en cómo los hombres y las mujeres interactúan con el mundo, y esta exposición va a crear un espacio de discusión para pensar cómo estas diferencias se reflejan en la producción artística contemporánea".
