De manos del Ministro de Cultura, Luciano Cruz- Coke, recibió el académico invitado del Departamento de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile (Detuch), Alberto Kurapel, el Premio Escrituras de la Memoria 2011, distinción por su ensayo "El Actor Performer".
Durante la ceremonia de entrega del reconocimiento, realizada el 24 de noviembre en el Museo de la Memoria, el jurado encargado de tomar la decisión señaló que el texto del profesor Kurapel "se trata de una historia personal, de la construcción de una subjetividad, marcada por la experiencia de fractura que es el exilio, pero al mismo tiempo es el periplo de conformación y despliegue de un quehacer y de una conciencia artística. Kurapel plasma con gran sensibilidad, a través de una prosa impecable, un periodo de la historia política en conjunción con la historia del arte escénico, literario y musical contemporáneo".
Tal vez es un poco obvia la pregunta, pero, ¿Cómo se siente tras haber recibido el Premio Escrituras de la Memoria 2011?
Como dije en El Museo de la Memoria donde se me otorgó este reconocimiento, los premios son para mí una manifestación de cariño que deja huellas imborrables en los pliegues del alma. Siempre he agradecido el afecto, el escondido y el demostrado, por eso esta distinción a mis escritos que son también a mi actuación, a mi canto, a mis heridas y a mis pérdidas me colma de gratitudes.
¿Imaginaba que podía ganarlo?
Nunca he esperado ningún premio como jamás he pretendido ser amado o tener éxito con mis creaciones, por lo que este tipo de estímulo llega a mí, siempre como una sorpresa que me hace repensar la vida como una nueva metáfora donde el Otro dé un significado diferente a la palabra luz, es decir, hablar mientras una Mano oculta la Gloria, en el sentido derridiano.
El recibimiento de este tipo de noticia, en un comienzo me puebla de pavores, y luego me hace cuestionar todas mis convergencias al caos, al orden, a las latitudes, a mis trayectos y a mis abismos. Recibo estos premios como un agua en reposo, como un espejo que inmediatamente deberá, por ley natural, agitarse y comenzar a correr llenando los vacíos y adaptándose al terreno mental de mi creación.
Usted fue distinguido por su ensayo "El Actor Performer", editado por Editorial Cuarto Propio. Podría contarnos ¿en qué consiste el texto?
Es un recorrido inherente al espíritu de un adolescente que se dedica a estudiar en terreno la mitología y la ritualidad mapuches, para después de un tiempo entrar a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, egresar, actuar en el Detuch, para luego en 1974 tener que partir al destierro (Canadá), y crear allí, hundido entre la nieve, el hielo , el frío y las lágrimas, una expresión escénica que denominé Teatro- Performance, surgida de las condiciones sociales, económicas, políticas de exilio, llevando siempre la Memoria a un presente artístico escénico, musical, de poesía, poblado de campos de concentración, casas de tortura, fusilados, prisioneros políticos desaparecidos.
El libro termina con el relato de la presentación de la primera obra híbrida, transmedial, transcultural: "exiTlio in pectore extrañamiento" , en una bodega de los extramuros de Montreal, donde dos actores-performers: José Venegas y yo, se entrecruzaban con el cine, el video, la danza, las curvas dramáticas, las canciones -en las que se mezclaban instrumentos clásicos y folklóricos-, creación considerada años más tarde por grandes teóricos como Wladimyr Krysinski , el Dr. Fernando de Toro, Alfonso de Toro, Clement Trudel y otros estudiosos, como la primera obra posmoderna latinoamericana creada en Canadá.
A comienzos de este año un grupo de académicos del Departamento de Teatro realizó un coloquio en torno a su trabajo escénico. ¿Siente que en Chile se está revalorizando su trabajo? ¿Este premio contribuye a ello también?
No creo que en Chile se estén revalorizando mis creaciones, no pienso que deban ser revalorizadas, creo que el Coloquio se realizó por el gran espíritu de investigación teórica de los profesores Abel Carrizo-Muñoz, Mauricio Barría, Samuel Ibarra. Fue un privilegio para mí escuchar en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, ponencias que descubrían las muertes y los nacimientos desconocidos de mis obras, agradezco obviamente a todos los académicos que se interesaron en mi creación teatral performativa.
El premio Escrituras de la Memoria, por mi obra "El Actor Performer", pertenece más a lo que denominaría la "injusticia del cariño" ¿por qué algunos son queridos y otros no? Hoy me siento querido.
Usted es académico invitado del Departamento de Teatro. ¿Tiene algún tipo de proyecto de creación con el Departamento?
Al entrar ya a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, uno siente la tradición creadora de un teatro que marcó senderos imborrables en la memoria cultural chilena. En estos momentos dirijo el montaje de egreso del 4º año de actuación, con excelentes alumnos, apoyado siempre por todo el cuerpo docente de la Escuela, académicos creadores de movimiento, de diseño, de producción y por supuesto por su director, profesor Abel Carrizo- Muñoz. En esta Escuela me encuentro creando cada minuto que converso, ensayo, recibo propuestas de los alumnos, tengo reuniones de producción y conversaciones inspiradoras con todos. Me llena el sentimiento y las arterias aquel pensamiento de Don Albert Einstein, que dice: " Solo hay dos maneras de vivir la vida. La primera es vivirla como si los milagros no existiesen. La segunda, es vivirla como si todo fuese un milagro."
Usted puede imaginar con cuál de las dos maneras me identifico en este momento.
Estreno en mayo
