"Se nos propuso generar una exposición del área de grabado a Carlos Gómez y a mí, decidiendo trabajar con estudiantes que actualmente cursan el Taller Central de Arte en Grabado II y III y también con algunos egresados. Posteriormente, Carlos planteó la posibilidad de integrarse con un proyecto de exposición, sugiriendo, además, a estudiantes que participan en el Taller Complementario de Serigrafía que él dirige en el Departamento de Artes Visuales", cuenta Francisco Sanfuentes, profesor junto a Carlos Gómez del Taller Central de Arte en Grabado, sobre el origen de esta exposición que reunirá las propuestas que Charlotte Bayer, Noelia Cáceres, Camila Cornejos, Ariadne Opazo, Claudia Osorio, Andrea Rojas, Javiera Saavedra, Pablo Sánchez, Valentina Soto, Alejandra Ulloa y Carlos Gómez crearon específicamente para el Gabinete del Dr. Sazié.
Prestado es el título de esta muestra en que se trabajó en torno al concepto "habitar" y donde el proceso resultó ser fundamental para la configuración de las obras que allí se exhibirán, cuestiones que además coincidieron con el espíritu de ese espacio que abrirá sus puertas con esta muestra el viernes 14 de junio. "El proyecto del Gabinete del Dr. Sazié se plantea como residencia y opera invitando a un grupo de artistas para que se instalen en el lugar, se conozcan y trabajen juntos, considerando expresamente las particularidades del espacio", explica Pablo Sánchez, uno de los expositores, añadiendo al respecto que "por eso es que nos reuníamos ahí. Además, las conversaciones siempre buscaron darle énfasis a esa característica del proyecto para que no se transformara simplemente en una anécdota y para que efectivamente las obras tuvieran una relación estrecha con el lugar."
Con ese objetivo es que Alejandra Ulloa pasó treinta horas habitando ese lugar, registrando no sólo cómo las huellas de ese habitar "se plasmaban en ese espacio, sino también cómo ese lugar que al momento de la exposición sería un lugar de tránsito, tenía ya las huellas de una estancia previa", cuenta esta estudiante de la Licenciatura en Artes Plásticas, para quien el habitar, que en su caso fue literalmente abordado, fue un concepto que marcó gran parte de los trabajos creados. "Finalmente la invitación fue a re-habitar ese lugar, un espacio que estaba completamente desocupado y que nosotros fuimos ocupando sistemáticamente a través de reuniones que nos permitieron dialogar y conocer el trabajo de los otros. Entonces, propuestas individuales que son resultado de un trabajo colectivo, una mirada total, una unidad que se podrá apreciar en la exposición", dice.
El proceso
Durante dos meses, estudiantes, egresados y profesores se reunieron en ese viejo galpón en el que antiguamente funcionaba un garaje automotriz para dialogar en torno a ese espacio, inicio de "un proceso sistemático de reuniones donde conversábamos abiertamente a partir de las primeras impresiones que generaba el conocimiento de ese lugar que, cuando no estaba activado por una exposición, resultaba ser bastante precario", dice Francisco Sanfuentes respecto a cómo se organizaron para dar forma a esta muestra en que las obras fueron construyéndose a partir de las evocaciones producidas por el lugar. "De hecho, la casa fue la protagonista, esa huella perdida de la casa, esa huella sobre la que todos los trabajos operaron. Ya no era sólo espacio físico sobre el cual actuar, sino que, de algún modo, la casa parecía determinar ciertas cuestiones", agrega.
De allí que la mayoría de las obras que allí se exhibirán logren fundirse con el espacio, puesto que "no se trata de propuestas que fueron a instalarse ahí, sino que son parte de ese lugar, una extensión más del lugar, incluso uno podría llegar a pensar que siempre han estado ahí. Entonces, todos los ejercicios tienen que ver con no invadir el espacio sino que buscan mezclarse, pasar incluso desapercibidos", señala Pablo Sánchez sobre las obras que se podrán apreciar en esta exposición, "trabajos que refieren a la misma casa, pero no como cuestiones formales sino que con lo que la casa guarda y porta como huella, sobre todo porque consideramos en el proceso de trabajo que esta casa, como lugar de exposiciones, se constituye como tal sólo el día de la inauguración, porque el resto del tiempo es una casa semi abandonada", enfatiza Francisco Sanfuentes.
De hecho, más allá de los resultados, para Alejandra Ulloa lo más destacable fue precisamente el proceso, es decir, "cómo se llevaron a cabo las conversaciones y la forma en que este lugar fue ocupado nuevamente, permitiéndonos aprender a valorar lo que hacemos", dice esta joven artista sobre la metodología utilizada, añadiendo que además potenció el que "las propuestas se enriquecieran en el colectivo, porque todos daban opiniones y sugerencias ante lo que uno pensaba hacer. Entonces, tiene que ver con cómo esa experiencia íntima que tienes con el lugar también puede entrar en diálogo con otras experiencias que también son íntimas, transformándose en una propuesta que finalmente es la exposición total, donde además todos los trabajos están sumamente conectados, lo que se traduce en que no aparezca el ego de cada uno, sino esta especie de nivelación".
Desde la gráfica
Así, a partir del concepto habitar y de las múltiples evocaciones que esta vieja casa despertó en cada uno de los expositores se fueron configurando las obras que se exhibirán en Prestado, muestra que con ese nombre además hace alusión a la naturaleza de este espacio que no sólo es prestado temporalmente a un grupo de artistas, sino también a quienes lo gestionan y administran como lugar de exposiciones. Como dice Francisco Sanfuentes, "no sabremos en qué se ocupará este espacio después del Gabinete del Dr. Sazié, pero la casa va a continuar ahí, por lo que esto es transitorio, igual que las exposiciones que allí se presentan, que duran un día. Entonces, efectivamente se trata de gestos efímeros que aparecen producto de un proceso, de conversaciones y de relaciones que se establecen entre sujetos y también, a propósito del habitar, entre éstos y el lugar".
Junto a ello, las obras además comparten su vínculo con la gráfica, donde "la matriz, la huella y el registro es lo que uno podría decir que se mantiene del grabado. Además, hay trabajos que intentan involucrar la técnica y las materialidades propias del grabado, vinculándolo al espacio, la carga de los materiales e incluso los mismos signos que quedan en el lugar", dice Pablo Sánchez. "Claramente hay una coherencia entre todas las propuestas. De hecho, es a partir de éstas que se puede determinar nuestra procedencia disciplinar. Todos venimos del grabado y nos paramos desde ese lugar para trabajar. Entonces, todas las miradas tienen que ver con eso, con la huella, el alto contraste, las luces, las sombras, etc.", agrega al respecto Alejandra Ulloa.
Y desde su perspectiva, profesor, ¿cómo se traduce la procedencia disciplinar en las obras que allí se exhibirán?
Aunque en la primera conversación se enfatizó el hecho de que ellos provenían del grabado y la serigrafía, quedó claro que no se trataba de hacer obras gráficas que fueran instaladas en el lugar. Lo interesante de este caso es que lo que se verá ahí aparentemente no tiene nada que ver con el grabado pero sin embargo son artistas que trabajan desde ese ámbito, artistas que desde ese lugar reaccionaron frente al espacio. Entonces, ¿qué es lo que hay del grabado? Pienso, por ejemplo, que el grabado siempre se relaciona con una especie de mirada más íntima sobre las cosas, cuestión que se aprende en el minucioso trabajo sobre las matrices, y entre las propuestas hay trabajos que miran íntimamente los rincones, los pequeños espacios o la fisura de una muralla, como en el caso de la Javiera Saavedra, que descubre una fisura y la transforma en una gran incisión que cruza la casa, cuestión que se relaciona con el grabado. En el grabado también siempre hay mucho residuo, papeles, polvo, etc., y el trabajo de Ariadne se hizo a través de residuos encontrados y de la cría de hongos en la muralla que genera una mancha muy similar a la que se produce en los procesos de oxidación o corrosión, muy propio del proceso del metal. Entonces, desde el punto de vista formal del grabado no hay nada, pero sin embargo hay cierta sensibilidad que está en la base de la operación del grabado y que sí está presente en la muestra.
