Detif, la persistencia del cuerpo

Detif, está situada en la comuna de Puqueldón en la Isla Lemuy, perteneciente al archipiélago de Chiloé. Su nombre proviene del Mapudungun “dan”: Persistir y su denominación es relativa a la persistencia del viento en el lugar, un fenómeno que permite referirse a Detif por “el ruido que hace el viento”.

Es así como este imaginario se instala como primera idea a trabajar en este proyecto de creación coreográfica. La noción de “persistir” se traslada a una obstinada reflexión dinámica del cuerpo en el espacio, una incesante persistencia del cuerpo.

La búsqueda intuitiva es parte de una situación personal que se aborda en el proceso, el que se instala como un campo abierto para el diálogo en cada una de nuestras sesiones de ensayo. De esta manera los intérpretes son guiados a través de consignas que denotan la abstracción del imaginario para ser tratadas en clave de movimiento, ritmo, espacio, flujo, diseño, etc.; permitiendo encontrarnos con otros antecedentes como “el viento y la persistencia” para generar así un mayor rango de decisiones corporales para “intencionar” la búsqueda.

A modo muy personal, considero que cada creador intenta generar un campo de sutiles autonomías para que la construcción de la pieza u obra tenga una legislación interna que le permita articular códigos que van creando la búsqueda de sentido, en este caso, del recorte subjetivo que propone cada director-creador.

Buscando entonces cierta autonomía del lenguaje corporal o bien de la especificidad corporal para esta pieza, se articulan algunas nociones que trasladan al cuerpo como un conjunto de voluntades y acciones “volumétricas y redondas”.

Espirales, esferas o círculos que estimulen la participación articular fue una consigna para la construcción de un pequeño trabajo de solo que en la actualidad del proceso ha permitido trabajar sobre esa base para instalar otros dispositivos que son “intencionados” desde la dirección coreográfica, y que estimulan la apertura de nuevas posibilidades para tratar estos materiales en la escena.

Los intérpretes juegan un rol fundamental para la conformación de la pieza, y forman parte activa de esta comprensión dinámica a la cual apunta el trabajo, ya que finalmente no se busca el producto final sino apuntar a un intenso proceso y como resultado a esta experiencia obtener el material coreográfico final.

Comienza Acciones Coreográficas 1, y la persistencia del cuerpo en el espacio es real, es concreta y se percibe en el buen cansancio de los intérpretes cuando finaliza cada sesión.

Dirección: Joel Inzunza Leal
Intérpretes: Javiera González, Katherine Leyton, Francisca Lillo, Alan Muñoz, Karina Navarrete, Muriel Rojas, Daniella Santibáñez y Felipe Soto
Estrenada el 9 de julio de 2014 en la Sala La Vitrina

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