“Desde que fuimos acreditados hasta hoy, es decir desde 2004 hasta el presente, hemos tenido becarios todos los años y en casi todos ellos como el programa de humanidades y ciencias sociales con más becas a nivel nacional”, señala Pablo Oyarzún, filósofo, académico de la Facultad de Artes y coordinador del Doctorado en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte, sobre uno de los aspectos que ha caracterizado al programa que coordina: el número de estudiantes que cada año obtiene becas para cursar ese doctorado.
“A la fecha contamos con 134 becarios a lo largo de estos años, de los cuales 111 son de Conicyt. Eso nos pone en el nivel de los programas con más becarios promedio en todo el país, incluyendo a los doctorados científicos y científico-tecnológicos. Este año obtuvimos 16 becas Conicyt, dos Fondart y una Erasmus Mundus, que hace de este, ciertamente, un año récord”, agrega el coordinador del Doctorado en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte.
Combinar el perfil de un doctorado con un núcleo filosófico duro y una apertura interdisciplinaria que se ve reflejada en las líneas de investigación es una de las características que Pablo Oyarzún destaca de este programa en el que la posesión del grado de magíster no es determinante a la hora de postular. “Como nuestro énfasis recae sobre la propuesta de investigación y sobre las características del/de la postulante, el grado no define ni decide la pertinencia”, explica al respecto.
El programa
Una vez en el programa, las y los estudiantes tienen un primer Seminario de Investigación de Filosofía y Estética en el que “presentan, discuten, revisan y eventualmente reformulan en términos parciales sus proyectos. Esta es una instancia que ha demostrado ser eficaz no solo para el desarrollo de las respectivas propuestas, sino también para la constitución de comunidad, la formación de grupos de interés, etc.”, cuenta Pablo Oyarzún sobre esa instancia a la que, en esa línea, le sigue otra llamada Coloquio, que se realiza en el segundo semestre de cada año y en la que se presentan los avances de investigación de estudiantes que por lo común se encuentran en el cuarto semestre.
“Otra estrategia que tenemos prevista pero aún no implementada es la conformación de la red de investigadores, vinculada a las líneas de investigación, con participación de académicas y académicos del país y el extranjero y a la cual se asocien las y los estudiantes. A esta iniciativa le doy la mayor importancia”, agrega el académico.
El programa posee una política de apoyo a la práctica docente de sus estudiantes en el pregrado. A pesar de que se trata de un programa netamente académico, ¿dispone de estadísticas con respecto a la inserción laboral de sus egresados?
Sí, efectivamente existe esa política, que hemos acordado con el Departamento de Teoría de las Artes. La experiencia, creo, es muy fructífera y contribuye a que las personas pongan a prueba, en este otro escenario, sus investigaciones. En cuanto a la inserción laboral, sí, la conocemos bien hasta el presente (la conformación de la red contribuiría a mantenerla actualizada). Al presente todas y todos nuestros graduados cumplen funciones académicas en la educación superior. Es de destacar que varios de ellos han asumido funciones directivas en sus respectivas instituciones inmediatamente después de haberse graduado.
¿Cómo evalúa la productividad académica de sus estudiantes en términos de participación en coloquios, publicaciones y otros eventos de la vida académica nacional?
Bueno, la productividad es uno de los factores más potentes del programa, tanto de académicos como de estudiantes y es uno de los factores que incidieron en subir la acreditación de 4 a 6 años en un periodo post-crisis CNA en que muy pocos programas del país en re-acreditación aumentaron sus años. Varios de nuestros estudiantes participan o han participado en proyectos FONDECYT como tesistas, no sé exactamente cuántos son ahora, pero yo registro al menos 3. Y luego están las estadías y pasantías en el extranjero, que han aumentado significativamente en los últimos años; este año, dos de la becas CONICYT son para pasantías en el extranjero. A eso hay que agregar, en términos de internacionalización, las personas que vienen a hacer estadías de investigación, principalmente a nivel post-doctoral.
El Doctorado en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte ya ha programado parte importante de las actividades que realizará durante este año, las que contemplan, entre otras, conferencias de Jean-Louis Déotte y Laurent Jeanpierre durante el primer semestre, proyectándose la visita de dos profesoras/es extranjeros para conducir seminarios en el programa durante el segundo semestre. “Nuestro interés es desarrollar la internacionalización del doctorado de manera estratégica, lo que no hemos hecho hasta ahora con el necesario impulso. Y no me cabe duda de que el nuevo Coordinador, Rodrigo Zúñiga, podrá hacerlo con la mejor de las perspectivas”, concluye Pablo Oyarzún.
