Quinta Normal:

Francisco Sanfuentes presenta "Sonidos Precarios" en el MAC

Francisco Sanfuentes presenta "Sonidos Precarios" en el MAC

Un bar, un auditorio, un galpón, una sala de música y ahora un museo son los lugares donde se presentó y donde se presentará el destacado artista visual, Francisco Sanfuentes con Sonidos Precarios.

Una puesta en obra que entrecruza música y visualidad a través del diálogo de materialidades, texturas y modos provenientes de la música, la presencia central de la guitarra eléctrica, y su articulación con bases grabadas de textos y relatos; sonidos procesados; imágenes proyectadas y acciones perfomáticas en vivo.

Sonidos Precarios se presentó formalmente por primera vez en diciembre de 2015 en el Auditorio de la Facultad de Artes y cuenta con un material de base articulado por medio de un relato que se divide en tres partes que se vinculan, pero al mismo tiempo tienen autonomía.

El primer fragmento, Calle, tiene que ver con relatos, fragmentos o indicios de calle a partir del sonido o experiencias vistas o vividas por el artista y que se traducen al sonido.

Sin dejar de lado esa relación con el espacio público y con la calle, aparece la segunda parte, que según lo explicado por el propio Sanfuentes, “tiene un signo más político al estar dirigido por una pieza denominada Arte Negro, donde se visita o se toma un archivo de imágenes de muertos en democracia desde el año 90 en adelante, más un relato de Luisa Toledo, a propósito de lo que ya sabemos se conmemora todos los años en Villa Francia: la muerte de los hermanos Vergara Toledo”.

La tercera parte se articula en relación a la figura del Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak, que en un principio aborda un trabajo del artista visual en torno a un muro de ese hospital. En este punto Francisco Sanfuentes agregó un nuevo elemento, no estrenado, a partir de materiales que encuentra en la radio psiquiátrica. “Los internos realizan y conducen un programa radial, con eso comienzo a trabajar sonoramente e incluso dicho en términos simples o convencionales, comienzo a musicalizar poemas que leen los mismos autores, que son internos del hospital psiquiátrico”, explicó el artista.

¿Por qué titulaste “Sonidos Precarios” a este proyecto?

Sonidos Precarios refiere a esta especie relato continuo de imágenes, de trabajo de bases grabadas, de registros, de voces, etc., con lo sonoro musical. No es el nombre de una pseudo banda, porque no es un nombre de fantasía. Si podría decir que Sonidos Precarios engloba esas tres partes que podrán seguir creciendo. Incluso, yo no sé cuándo cambiarán de signo y se llamará de otro modo.

Este nombre surge porque yo siempre he apostado al uso de recursos básicos, mínimos, a materialidades crudas. El trabajo está pensado desde el punto de vista sonoro de forma cruda, pensando en cómo esos sonidos habitan en el espacio principalmente.

Esto aún no se ha grabado en estudio, sino que son cuestiones  que están trabajadas para ser ejecutadas en vivo. No son improvisaciones, están perfectamente trabajadas y estructuradas, pero son materialidades que son precarias, que son toscas, que son crudas, que se articulan. Los videos están trabajados de forma artesanal muchas veces, el trabajo de las bases también, pero toda esa cuestión se articula para construir este cuerpo que se llama Sonidos Precarios. O sea, no tiene ninguna relación con virtuosismos musicales o visuales. Tiene que ver con el sentido que se propone y por lo menos a mí me propone esta crudeza de materiales no sofisticados.

¿Por qué un artista visual vincula su quehacer con la música, cómo llegas a eso, es un trabajo paralelo o anexo?

Eso tiene que ver con una suerte de “aventura” o propuesta donde uno se desplaza a un espacio que se supone en un principio no es propio. Aunque cuando hablamos de arte, podemos hablar de las artes, donde existe una lógica trasversal, donde problemáticas, temas, conceptos, etc., se despliegan de maneras distintas en distintos lenguajes artísticos. Y muchas veces existe el típico ensimismamiento y autorreferencia de las prácticas artísticas, que hace que no se entienda o no se reconozca, o genera a veces una especie de resquemor respecto de estas cuestiones, como si fuera una cosa otra, o fuera una cosa paralela.

Lo disciplinar es el arte o las artes con sus distintas, manifestaciones y cómo se abren y se cruzan. Eso es en realidad lo disciplinar. No la disciplina más sub especifica que las artes visuales. Y muchas veces también ahí se habla y se opina desde la ignorancia de no entender las otras prácticas artísticas que pueden estar divagando entre sí. Generalmente muchas gente se concentra en su disciplina y el resto son como adornos que complementan su experiencia, pero que en el fondo son parte fundamental de ella. Entonces hacer esto, presentarlo tanto en el auditorio, como en el MAC, es un gesto también respecto de eso, porque esto no es arte sonoro, no sé  si caerá dentro de la categoría de música instrumental -por un lado si, por otro lado no-, pero no es donde me interesa quedar catalogado dentro de esas cuestiones.

¿Y por qué te interesó presentar este trabajo sonoro visual en el Museo de Arte Contemporáneo?

Presenté el proyecto en el MAC porque me interesaba que esta cuestión accionara ahí y ver qué sucede, cómo se articula con ese espacio, con el peso conceptual o cultural que tiene; cómo eso sucede ahí. El MAC en general siempre tiene una excelente disposición a todo tipo de proyecto, y mi trabajo -sin pretender que sea música experimental, porque cuando tú instalas “música experimental”, electroacústica y eso, ya no corresponde a un experimento, porque  son circuitos instituidos- no corresponde a ninguno de esos. El hecho de mostrar eso ahí responde a un experimento, pero me refiero a una experimentalidad real, de hecho en el mismo MAC le denominaron concierto.

¿Entonces donde encasillarías este modo de hacer arte?

Tengo la sensación de que esto que estoy haciendo no tiene un lugar aún, pero quizás quiere hacerse lugar ¿cuál? No sé, porque esto arte sonoro no es, música experimental… es música, pero en el ambiente de la música dirán que esto es de las artes visuales, por otro lado esto no es arte visual, es música. 

No es performance, porque por el hecho de que yo toque guitarra o esté interpretando música no significa que porque vengo de las artes visuales haré performance. Y Ahí uno se pregunta: ¿Es la pertenencia la que determina la acción que realiza? No, porque uno podría decir: la música tiene una dimensión perfomática, cuestión que un músico no va a querer reconocer. Entonces no porque yo sea de artes visuales significa que estoy haciendo una performance ¿Qué es lo q estoy haciendo? Una suerte de puesta en escena, que tiene que ver con sonido, música y visualidad, estoy haciendo una obra, esa obra se llama Sonidos Precarios y está compuesta por todas estas partes, que se han ido expandiendo y es una cuestión completa ¿Qué es lo que será eso? Está a medio camino, es una cuestión que está patinando y por eso se ha movido en distintos espacios, más bien musicales, expositivos, más formales, más informales.

Sonido Precarios de Francisco Sanfuentes se presentará este viernes 9 de septiembre a las 20:30 horas en la Sala de Conferencias del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) Quinta Normal (Matucana #464). La puesta en obra cuenta con la colaboración de sus amigos Claudio Aranda, Tomás Henríquez, Andrés Maturana y Marcelo Pérez. La entrada es liberada.

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