Interrogar por el lugar de la fotografía en el mundo contemporáneo y reflexionar en qué medida la fotografía ha transformado la mirada de la subjetividad sobre el mundo y sobre ella misma, fue el objetivo de la primera versión del Coloquio Internacional "Fotografía y Cuerpos Políticos", actividad que surgió en el año 2006 bajo la dirección del profesor Francois Soulages, en la Universidad de París VIII. Desde entonces, este coloquio ha conocido versiones en distintos países del mundo, como Brasil, Hungría, Canadá, España, Eslovaquia, Argentina y Grecia, y este 2009 se realizará por primera vez en nuestro país, organizado por el Departamento de Teoría de las Artes y coordinado por el académico de la Facultad de Artes, Sergio Rojas.
Tanto la información sobre este coloquio como el contacto con su gestor habían sido promovidos en el 2008 por Javiera Medina, egresada de la Facultad de Artes y que actualmente realiza su doctorado en París VIII. De allí que en noviembre pasado, cuando Sergio Rojas fue invitado por la Universidad de París VIII para participar en el coloquio "El Retrato Anónimo", conversara con Francois Soulages acerca de la posibilidad de realizar en Chile una versión de "Fotografía y Cuerpos Políticos". Como cuenta Sergio Rojas, "en junio de este año me encontré nuevamente con el profesor Soulages, en un Coloquio sobre 'Lo Sensible Contemporáneo' que se realizó en Brasil, y concretamos algunos detalles respecto de su venida para la versión chilena de esta actividad".
Hasta el momento, ya han confirmado su asistencia a esta nueva versión del Coloquio Internacional "Fotografía y Cuerpos Políticos" Francois Soulages quien, como se dijo, comenzó con esta actividad en Francia; Silvia Solas, de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina; María Fernanda Troya, de la Universidad de San Francisco, Ecuador; y Luis García, de la Universidad de Córdova, Argentina. Ellos, junto a destacados teóricos y artistas chilenos, entre los que se encuentran Montserrat Rojas Corradi, Gonzalo Arqueros y Rita Ferrer, se reunirán a debatir sobre una serie de interrogantes planteadas por los organizadores de la versión chilena de esta actividad los días 10 y 11 de noviembre, en la sede Las Encinas de la Facultad de Artes.
Como explica Sergio Rojas acerca de la realización de esta actividad en nuestro país, "no existen condicionantes previas que no sean las que nosotros mismos nos hemos dado, de acuerdo a los objetivos que nos proponemos con este coloquio. En cada país que se ha realizado, la actividad ha tenido características particulares. En algunos casos ha tenido un éxito increíble de convocatoria, con una asistencia masiva de público en todas las jornadas y esto ha sido lo gravitante en el balance final; pero en otros casos se ha privilegiado la calidad de la reflexión y del análisis en las mesas de discusión, especialmente cuando el tema no había sido tratado antes de esa manera. Entonces no hay un patrón general para medir el éxito del coloquio, todo depende de los criterios de quienes organizan en cada caso".
¿En base a qué criterios se fue dando forma al coloquio que se desarrollará en Chile y por qué?
Lo de los "criterios" fue algo que estuviese explícitamente expuesto desde un comienzo, pero revisando ahora el proceso yo diría que fueron básicamente tres. Primero. La reflexión teórica en torno a la fotografía ha ido desarrollándose muy lentamente en nuestro país, y ahora el interés por abordar las posibilidades de un discurso de la fotografía ha aumentado debido en parte, creo, al lugar que tiene la fotografía en las artes visuales a nivel internacional, pero también a su presencia abrumadora en nuestra citadina existencia cotidiana. Sin embargo, en contraste con esto, las instancias de discusión sobre fotografía en nuestro medio siguen siendo escasas. Segundo. En nuestra historia política reciente, en el marco, primero, del proyecto del gobierno popular y, luego, del golpe militar, la dictadura y la post-dictadura, la fotografía ha tenido un papel absolutamente fundamental, como denuncia, como documento, como testimonio, como memoria. Documentales como "La ciudad de los fotógrafos", de Sebastián Moreno, y "El hombre de la foto", de María José Martínez y Gonzalo Ramírez, entre otros, dan cuenta de ese papel, muchas veces anónimo de la fotografía. ¿Qué clase de historia es esa, que tiene como soporte en nuestro imaginario colectivo como país escenas que han circulado en fotografías, muchas veces en blanco y negro? La fotografía ha tenido también un rol fundamental en los memoriales y en las agrupaciones de familiares de víctimas de la dictadura. Tercero. La fotografía, especialmente en el arte contemporáneo, ha puesto en cuestión su supuesto poder mimético -me refiero a la ilusión de asistir en ella a "los hechos mismos"-, reflexionando las condiciones de producción y recepción de las imágenes. Este examen crítico de las representaciones de lo real tiene rendimientos políticos, pues nos dice que lo real no es un objeto disponible para ser registrado, sino el asunto de una disputa permanente en el plano de la representación.
¿A qué respondió la selección de los invitados?
Hemos considerado a aquellas personas que han desarrollado algún tipo de reflexión en torno a la fotografía en nuestro medio, a partir de áreas y disciplinas heterogéneas (la teoría del arte, la historia, la filosofía, la crítica, por ejemplo), pero cuyos rendimientos teóricos admiten -e incluso exigen- discusiones transversales. Todos los invitados han comprometido con mucho interés su participación en el coloquio. Desde el extranjero vendrán, el profesor Francois Soulages, que fue quien dio inicio en París al concepto de este coloquio; la profesora María Fernanda Troya, quien con un equipo de trabajo viene desarrollando desde hace bastante tiempo en Ecuador una investigación acerca de las relaciones entre arte, política y memoria; la profesora Silvia Solas fue en Argentina una de las principales gestoras de la realización de "Fotografía y Cuerpos Políticos" en el país trasandino; también desde Argentina viene el profesor Luis García, quien trabaja en las relaciones entre cuerpo, visualidad y política; y esperamos que pueda concretar su venida, desde Francia, Javiera Medina, quien realiza en París VIII su tesis doctoral precisamente en el tema que nos convoca. Además, Javiera fue muy importante en los primeros contactos con Soulages con vistas a impulsar esta actividad.
Y respecto a los chilenos, se invitó a exponer a Montserrat Rojas Corradi, Tanya Medalla, Guillermo Yáñez, Federico Galende, Miguel Valderrama, Guadalupe Álvarez, Gonzalo Arqueros y Rita Ferrer. Ya he mencionado a Javiera Medina, que viene desde París, y se me propuso que yo cerrara el coloquio con una conferencia, el día miércoles en la tarde. Todos los invitados han desarrollado una investigación directamente relacionada con la fotografía, proyectándola hacia el lugar de ésta en los conflictos de la representación de la realidad. Provienen desde distintas áreas: las artes visuales, los estudios culturales, la historia, la estética y la crítica literaria.
¿Se abordarán específicamente las particularidades del contexto chileno?
No es una condición a priori señalada a los invitados el que tengan que referirse particularmente al contexto chileno, pero suponemos que en la mayoría de ellos -acaso en todos- habrá un tratamiento importante del lugar de la fotografía en los procesos políticos que se han vivido en Chile. Los temas que hemos propuesto en la invitación son cuatro: "La fotografía: ¿un documento de lo real?", "El sentido político de la fotografía", "El lugar de la fotografía en el arte contemporáneo" y "Fotografía y poéticas de la memoria". Pero, por cierto, los títulos definitivos de las mesas se resolverán considerando los títulos de las ponencias que los expositores nos harán llegar. De hecho, aquellos enunciados pueden cruzarse. Podemos discutir el sentido de la fotografía en el memorial como poética de la memoria, o la cuestión de la fotografía como documento en relación a los procesos del arte contemporáneo, etc. En todo caso, nos interesa que en la discusión se aborde la situación chilena. Hoy vivimos el despliegue de una modernización en que las grandes ideas de la modernidad (sujeto, experiencia, historia, ciencia) han entrado en crisis, acaso incluso en un proceso de agotamiento. Entonces la desorientación es actualmente una tónica reconocible en nuestra sociedad. Simultáneamente acontece la crisis del mercado que hasta hace poco algunos proponían como nuestra nueva naturaleza. En estos procesos la mediatización de las imágenes, la estetización de la existencia de los individuos, la informatización generalizada, tienen un rol fundamental en nuestra manera de "comprender" la realidad. Se podrá decir que esto es "global", pero se trata siempre de un fenómeno vivido a escala individual, los cuerpos que padecen y esperan o desesperan en esta nueva intemperie, son los de las personas de carne y hueso, y el hecho de que estemos asistiendo a acontecimientos cuyo horizonte de facticidad es "planetario" resulta ser también un factor decisivo de desorientación. Los cálculos proliferan, también las estadísticas y las lógicas de probabilidades, todas con gran eficacia en sus respectivos contextos de aplicación, pero nadie sabe "qué pensar". Este es un hecho fundamentalmente político. Una reflexión acerca de los cuerpos políticos en la fotografía debe abordar estas cuestiones, como también los temas relativos a la post-dictadura y el neoliberalismo. Se trata de temas que implican al arte contemporáneo, pero que también lo desbordan respecto a sus marcos instituidos.
En el marco de este coloquio también se está organizando una exposición de fotografía, con obras de Jorge Brantmayer y Bernardo Oyarzún. ¿Qué destacaría de la obra de estos artistas y por qué le parece pertinente exhibirlas en el marco del coloquio?
La trayectoria de Jorge Brantamyer es muy conocida, tanto como artista como también en su tarea profesional trabajando los registros para libros y catálogos de otros artistas. Su exposición "Cautivas" fue sin duda un hito en el curso del año 2007. Se articuló allí una correspondencia muy interesante entre, de una parte, los recursos formales y técnicos de la fotografía y, de otra, el "contenido" de la propuesta, dado éste por el hecho de tratarse de mujeres presidiarias. Los rostros en gran formato hablaban del cuerpo, de las heridas, de las marcas, del tiempo. Por otro lado, Bernardo Oyarzún es, entre los artistas ya reconocidos de las nuevas generaciones, un artista que ha desarrollado uno de los trabajos políticos más radicales e implacables que implican al propio cuerpo del artista. He seguido su itinerario de exposiciones en los últimos diez años, desde "Bajo Sospecha" (1998) hasta "Cosmética" (2008), y la coherencia de su discurso estético y crítico -tensionando los temas de racismo, identidad e historia- no termina de asombrarme.
¿Existe la posibilidad de que también se sumen, por ejemplo, trabajos de fotógrafos de AFI, por ejemplo, más vinculados a la memoria?
Brantmayer y Oyarzún son los artistas que estaban considerados ya desde el año pasado para exponer en el marco de este coloquio. He conversado con ambos esta semana, han confirmado de inmediato su participación y se han mostrado muy interesados en conversar acerca de las obras que mostrarán y los espacios respectivos para esa exposición. Por supuesto que no hemos descartado invitar a otros artistas, pero debemos ser muy rigurosos en la disposición y evaluación de los lugares con los que vamos a contar para estas exposiciones. De todas maneras, es algo que esperamos terminar de resolver en un plazo máximo de dos o tres semanas más. Nos interesa asegurar la presencia de los trabajos que finalmente se expongan, pues no queremos que se trate sólo de un conjunto "ilustrativo" de imágenes. Debemos estar a la altura de las expectativas que tenemos para esas jornadas de reflexión y exhibición que hemos proyectado para la segunda semana de noviembre de este año.
